La policía con equipo antimotines está inspeccionado puestos de revisión y vehículos en busca de sospechosos involucrados en los ataques mortales y que intenten huir.

Zhou Yongkang, miembro del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), dijo en su gira a la región autónoma hoy que por el momento mantener la estabilidad social es de máxima importancia para el sustento de la gente de todos los grupos étnicos en Xinjiang.

El presidente del gobierno regional, Nur Berkri, dijo en un discurso televisado esta tarde que el número de heridos por la violencia del 5 de julio aumentó a 1.680.

En total, 216 de los 939 hospitalizados están gravemente heridos y 74 tienen heridas mortales, dijo.

Esta mañana ocurrió la explosión de un tanque de petróleo en una planta de químicos en Urumqi. La policía descartó la posibilidad de sabotaje intencional después de realizar una investigación en el lugar, pero dijo que se necesitan mayores investigaciones para determinar las causas de la explosión.

En el suburbio de la ciudad de Aksu, gente que acudió al bazar uygur Toksun, como lo llaman los residentes locales, dijo que percibían algo diferente.

De los 3.000 locales con que cuenta el bazar, sólo un poco más de 500 fueron abiertos hoy.

El mismo panorama sombrío pudo observarse en la ciudad fronteriza de Kashgar en el sur de Xinjiang, donde los mercados y bazares reportaron sólo unos cuantos visitantes.

El turismo de la región también resultó afectado. Fuentes del gobierno municipal de Urumqi dijeron a Xinhua que debido a los disturbios 1.184 grupos de viajeros habían cancelado sus planes para visitar la ciudad.

Esos grupos incluyen a 74.218 viajeros, de los cuales 10.731 son extranjeros.

Las autoridades ferroviarias dijeron hoy que la situación en la terminal de trenes de Urumqi es normal.

El volumen de pasajeros hoy en la estación fue de 21.000, 4.000 menos que el sábado.