«Una nación, un Estado» es inapropiado para China, dice importante asesor

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BEIJING, 28 feb (Xinhua) -- El concepto de "una nación, un Estado" no puede aplicarse a China porque el país es un Estado multinacional y centralizado, dijo un importante asesor político y ex funcionario encargado de asuntos étnicos.


BEIJING, 28 feb (Xinhua) — El concepto de «una nación, un Estado» no puede aplicarse a China porque el país es un Estado multinacional y centralizado, dijo un importante asesor político y ex funcionario encargado de asuntos étnicos.


«En lo referente a los asuntos del Tíbet y de Xinjiang, algunos expertos de países occidentales con frecuencia emiten sus opiniones con base en este concepto, que no es apropiado para China», declaró Zhu Weiqun, un miembro del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), en una entrevista con Xinhua esta semana.



Zhu es director del Comité de Asuntos Etnicos y Religiosos del Comité Nacional de la CCPPCh, y fue subjefe del Departamento de Trabajo del Frente Unico del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh).



«Una nación, un Estado» es apropiado cuando el área de un Estado corresponde a la distribución de su nación, dijo Zhu, quien puso como ejemplo a la historia europea. El sistema feudal aseguró el estatus independiente de países pequeños y descartó un gobierno centralizado. El sistema fue el comienzo de la estructura europea moderna.



Sin embargo, la historia china es completamente diferente a la de Europa. Desde el año 221 a.n.e. China terminó el periodo de los estados combatientes y estableció la poderosa dinastía centralizada y unificada.



«La unidad es el sustento de la vía de desarrollo de la nación china», afirmó Zhu.



Los diferentes grupos étnicos en China se mezclan entre sí y son interdependientes económicamente, así que se necesitan mutuamente.



«Si el país se divide, la nación no puede salvaguardar sus intereses ni dignidad en el caso de una invasión extranjera. Es imposible que la nación china lleve a cabo (el concepto de) ‘una nación, un Estado’, la autodeterminación nacional o un sistema federal dentro del Estado», aseveró Zhu.



La globalización acelera y profundiza los intercambios entre las distintas naciones, así que pocos países tienen un solo grupo étnico.



«Si la autodeterminación nacional es llevada a cabo plenamente, muchos países, incluidos los países occidentales, sufrirán separatismo», agregó Zhu.



Desde 2002, Zhua ha sido un representante de la autoridad central de China en las negociaciones con los representantes privados del Dalai Lama. El funcionario denunció el enfoque «intermedio» del Dalai Lama pues niega que el Tíbet sea parte de China históricamente y reclama una cuarta parte del territorio chino.



El grupo del Dalai también desea que se elimine el estatus gobernante del PCCh y el sistema socialista en las áreas tibetanas, el retiro del Ejército Popular de Liberación de las áreas y que la gente que no sea tibetana sea expulsada de la región, dijo Zhu.



Zhu mencionó que el llamado memorándum de enfoque «intermedio» del grupo del Dalai Lama no hace una revisión genuina de la versión antigua, por el contrario, añade más contenido separatista.



«El memorándum indica que la camarilla del Dalai representa a todos los tibertanos. Cómo un grupo traidor separista está calificado para representar a los tibetanos? Dónde deja eso al gobierno popular de la región autónoma del Tíbet?», preguntó Zhu.



«El memorándum exige arrogantemente la enmienda de la Constitución de la República Popular China. Están calificados a hacerlo? El enfoque «intermedio» siempre tiene naturaleza separatista», agregó Zhu.



Zhu publicó un artículo el 19 de febrero en el que explica por qué los países de Occidente siguen causando problemas a China respecto a los temas del Tíbet. Dos días después, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió con el Dalai Lama en la Casa Blanca, en desafío a la firme oposición de China.




«La acción de Obama comprobó mi opinión», dijo Zhu. «La reunión socavó los lazos bilaterales y provocó la antipatía del pueblo chino hacia el gobierno de Estados Unidos. El apoyo estadounidense a la camarilla del Dalai y a los separatistas del Movimiento Islámico del Turkestán Oriental finalmente se convertirá en un activo negativo».