Armar a la oposición siria conducirá a una sangrienta guerra civil

In Noticias, Política exterior by PSTBS12378sxedeOPCH

BEIJING, 24 feb (Xinhua) --

La conferencia "Amigos de Siria", dirigida a buscar apoyo para la oposición en ese país árabe, comienza este viernes en Túnez con la atención mundial siguiendo de cerca si durante el encuentro se le garantiza un respaldo esencial como la entrega de armas a los rebeldes en la convulsa Siria.


Al respecto, se debe reiterar que armar precipitadamente a la oposición siria o forzar un llamado cambio de régimen sería una opción muy arriesgada y costosa, que podría empujar a esa nación del Medio Oriente hacia una sangrienta guerra civil.

La reunión de dos días en Túnez, a la que asistirán importantes figuras de la diplomacia de la Liga Arabe (LA), Europa y Estados Unidos, seguramente promoverá una mayor presión contra el presidente sirio, Bashar al-Assad, quien ha prometido luchar contra las fuerzas antigubernamentales hasta las últimas consecuencias.

Las potencias occidentales han exigido vehementemente la salida de al-Assad, aunque no se muestran favorables a anunciar una intervención militar en estos momentos. No obstante, han insistido en que todas las opciones se mantienen sobre la mesa.

En la conferencia, los participantes buscarán medidas concretas, tales como pedir el acceso de ayuda humanitaria a las regiones sirias más afectadas por la violencia y un embargo de armas para poner más presión sobre Damasco.

Pero los rebeldes sirios han pedido armas a los países occidentales, y aún no está claro si el encuentro que comienza el viernes tenga previsto satisfacer dicha demanda.

Es necesario acentuar que el precipitado suministro de armas a los rebeldes provocará una respuesta mucho más violenta por parte de las tropas gubernamentales y conducirá al país hacia una total y devastadora guerra civil, para nada del interés de la población civil.

Antes que se pierdan todas las esperanzas, la comunidad internacional debe conceder una oportunidad al diálogo.

Las partes concernientes no deben pasar por alto el hecho de que el presidente al-Assad está respondiendo de manera substancial a las demandas de reformas nacionales.

El referendo sobre una nueva constitución previsto para el domingo permitirá a los sirios optar por nuevas libertades, acabar con el monopolio de poder del gobernante partido Baath y establecer una agenda para la celebración de elecciones multipartidistas.

Bajo la nueva constitución, al-Assad terminaría su segundo mandato presidencial de siete años como muy tarde en 2014, poniendo fin además a los 40 años de control nacional de su familia.

Las negociaciones entre las fuerzas a favor y en contra del gobierno constituyen un reconocimiento de los profundos factores antagónicos existentes en Siria, en que obviamente una parte no puede acabar fácilmente con la otra, y servirán como una manera pragmática y viable para alcanzar un acuerdo de paz y evitar un mayor derramamiento de sangre.