China inmutable ante acusaciones por su poderío

In Noticias, Política exterior by PSTBS12378sxedeOPCH

En años recientes, Occidente ha sido escenario para la propagación de un cúmulo de teorías y conceptos, según los cuales China es cada día más agresiva, arrogante y, sobre todo, más poderosa. A este tenor, ya hay quienes dudan de que el país asiático pueda conducir su desarrollo por un sendero pacífico. Pese a toda la alharaca a su alrededor, China no se inmuta, y opta por concentrarse en su propio desarrollo, apercibida de la necesidad de crecer y fortalecerse.


Desde una óptica objetiva, empero, es preciso admitir que el cambio sutil experimentado por ciertas percepciones occidentales sobre China deriva en esencia de las transformaciones sufridas por la correlación de fuerzas internacionales, lo que en cierta medida han permitido el acelerado despegue de China. Muestra de ello es que hoy se habla del “Poderío de China” como una nueva teoría para evualar al país. Claro, es menester admitir que estas etiquetas responden a las concepciones occidentales al uso, que en definitva son las que suelen imperar en los grandes medios informativos. A estas alturas cabría incluso admitir que tras la ojeriza occidental hacia China se esconde una poco disimulada dosis de envidia, ya que las naciones desarrolladas atraviesan por duros momentos en lo eonómico y financiero, en tanto China sortea con buena fortuna numerosos osbtáculos del presente y no detiene su desarrollo. Doblegar a una China en constante ascenso, por lo tanto, se ha convertido en el nuevo grito de batalla.


En los últimos años, Occidente ha propalado nuevos derivados de la teoría de la Amenaza China, la cual sigue siendo desmentida por la vocación pacifista demostrada por China en estos a?os. Para convencerse de lo expuesto, basta con echar un vistazo al proceso de incorporación de China a la globalización, como parte de la cual el país asiático se compromete a asumir su carga de responsabilidades, dentro de sus posibilidades y desde el impulso a su propio desarrollo y estabilidad, como mayor contribución a la economía mundial. Negarlo es de obtusos.



Cada día adquiere mayor peso en el concierto mundial el denominado “factor chino”, como producto agregado al entramado de las relaciones internacionales, lo que implica el advenimiento de un nuevo período de cambios históricos en las relaciones entre China y el resto del mundo. A consecuencia, China y Occidente deben revisar sus enfoques mutuos, otorgándoles una nueva base, la cual les permita sobrellevar sus diferencias y, en especial, evitar nuevos conflictos.



Comop parte de la prolongada trayectoria de transformación del mundo, China continuará adhiriéndose al desarrollo pacífico, a despecho de cualquier contratiempo que surja en el camino. En este sentido, China debe dotarse a sí misma de una opción estratégica que le permita soportar las presiones externas, e incluso influenciar a su favor, ante cada campa?a de opinión de los grandes medios infromativos. (Pueblo en Línea)




24/11/2010