El libro blanco, el primero de su tipo en China, fue emitido por la Oficina de Información del Consejo de Estado, el gabinete del país.

China continuará aplicando las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), fortalecerá la administración científica de la industria y suministrará productos de tierras raras al mercado global, promete el documento.

«Algunos países se han mostrado particularmente preocupados por la situación de la industria de tierras raras en China y las medidas relacionadas con la misma, haciendo muchas conjeturas y sacándose de la manga muchos cuentos», dice el libro blanco.

La publicación del documento tiene com objetivo hacer que el mundo entienda mejor la industria de tierras raras de China y sus políticas.

La producción de China satisface más del 90 por ciento de la demanda mundial de tierras raras , pese a que sus reservas representan sólo el 23 por ciento del total.

Las tierras raras, un grupo compuesto de 17 metales, son vitales para la manufactura de productos de alta tecnología, desde teléfonos inteligentes, turbinas eólicas hasta baterías para vehículos eléctricos.

Su explotación daña en gran medida el medio ambiente. Con motivo de controlar el deterioro ambiental y proteger los recursos no renovables, China ha aplicado varias medidas, entre ellas, restringir la producción, establecer cuotas de exportación, imponer estándares más estrictos de emisiones y gravar impuestos de recursos más elevados.

No obstante, estas medidas han generado quejas de los principales consumidores, como Japón, que adquirió el 56 por ciento de las exportaciones de tierras raras de China en 2011.

El gobierno chino se esfuerza por proteger el medio ambiente, preservar recursos valiosos y promover el desarrollo sostenible del sector, informó Gao Yunhu, funcionario del Ministerio de Industria y Tecnología Informática.

China espera que otros países desarrollaren activamente sus propios recursos de tierras raras, y que expandan y diversifiquen el suministro para el mercado internacional.