China, socio privilegiado de A. Latina

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China se ha convertido en "un socio privilegiado de América Latina" y la región necesita definir una estrategia conjunta para desarrollar sus relaciones con el gigante asiático.


Esta conclusión fue expresada a Xinhua por el director de Comercio Internacional e Integración de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Osvaldo Rosales, quien añadió que «la post crisis va a encontrarse con una China más grande y más importante en la economía mundial de lo que venía siendo».

Dijo que la Organización Mundial del Comercio informó el martes que China desplazó en el primer semestre de 2009 a Alemania como primer exportador mundial y «por lo tanto, eso se ha venido reflejando en una creciente presencia relativa en el comercio de todo el mundo, en particular con América Latina».

«Las cifras como destino y proveedor de exportaciones, indican que China ha pasado a ser un socio privilegiado de América Latina», aseguró.

Explicó que la razón de esta condición se debe a que el gobierno chino «ya definió en su Libro Blanco la estrategia para América Latina y lo que falta es que la región sea capaz de definir el símil: el Libro Blanco de las Relaciones de América Latina con China».

Rosales comentó que «China es cada vez más un mercado relevante de la región. Sin embargo, la estructura de las exportaciones de América Latina hacia China está muy concentrada en pocos productos, en pocos recursos naturales, lo cual es válido para todos los países», los cuales necesitan diversificar su canasta exportadora.

«América Latina se está vinculando de alguna forma como el motor de la economía mundial del siglo XXI, que es China, pero lo está haciendo con una estructura exportadora del siglo XIX. Pocos productos explican el 60, 70 y 80 y 90 por ciento del comercio con esa nación», precisó.

Rosales dijo que «no hay correlato entre la tremenda importancia del comercio bilateral y el nivel minúsculo de inversión bilateral que nos enlaza, y eso significa desde el punto de vista de la región definir los espacios para tener más inversión china en ciertos campos: infraestructura, energía, conectividad, telecomunicaciones, etcétera».

A su juicio, sería factible tener más inversión china si hubiera más señales de mercados unificados amplios en la región, con normativas comunes, con mercados más amplios que puedan atraer el interés de los inversionistas chinos por estar presentes en una zona que es muy rica en recursos naturales.

Afirmó que la región no sólo tiene recursos naturales, como mineros, agrícolas, pesqueros y forestales, también tiene recursos humanos experimentados.

«Desde ese punto de vista, creo que podría ser atractivo para China establecer joint ventures (empresas conjuntas) en distintos ámbitos, como por ejemplo, la biotecnología, para desarrollar estos recursos en proyectos que serían en beneficio mutuo», agregó.

Subrayó que «para eso la región necesita definir una agenda de relacionamiento estratégico con China, lo cual es un paso importante que hay que dar para fortalecer esa relación».

El alto funcionario de la CEPAL opinó que «el vínculo con China bien podía significar un estímulo adicional para que la integración regional avance en América Latina».

Puso como ejemplo el comercio que desde el Atlántico se hace con China y que podría hacerse a través del Pacífico mediante los corredores bioceánicos o avances logísticos que permitan mayor conectividad entre la rivera atlántica y la rivera pacífica.

«Podría haber interés de inversionistas chinos por estar presentes en estos proyectos, en la medida que sean parte de un paquete regional», acotó.

Rosales, quien participó el año pasado en la II Conferencia Empresarial China-América Latina, celebrada en la ciudad china de Harbin (noreste), dijo que la CEPAL se prepara para estar presente para la tercera versión de este foro, prevista para noviembre próximo en Bogotá, Colombia.

Señaló que los vínculos de China con la CEPAL se han incrementando en los últimos años, y auguró que en el futuro ese país se convertirá en miembro de este organismo de las Naciones Unidas, como ya lo hicieron Japón y Corea del Sur.

Respecto de la integración latinoamericana, Rosales comentó que los esquemas de integración no están funcionando como se había pensado y que, en un momento de crisis, la integración es más necesaria que nunca y no es sólo comercio.

«Una integración profunda abarca los temas de infraestructura, energía, logística y otros, pero también cohesión social, tratamiento a las asimetrías en los esquemas de integración y en todos esos temas tenemos mucho espacio para avanzar más allá de las diferencias que podamos tener en el ámbito comercial», destacó.