Decisión de Japón de comprar islas viola gravemente soberanía de China

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La decisión del gobierno japonés de comprar las Islas Diaoyu ha violado gravemente la integridad territorial de China, lastimado severamente los sentimientos del pueblo chino y transgredido flagrantemente las normas de la ley internacional.


La decisión del gobierno japonés de comprar las Islas Diaoyu ha violado gravemente la integridad territorial de China, lastimado severamente los sentimientos del pueblo chino y transgredido flagrantemente las normas de la ley internacional.

La acción no hace más que echar leña al fuego porque una serie reciente de provocaciones japonesas sobre las Islas Diaoyu ya socavó la asociación estratégica lograda con grandes esfuerzos entre los dos países.

El gobierno japonés, ignorando las protestas en toda China y haciendo oídos sordos a las serias advertencias del gobierno chino, decidió hoy oficialmente comprar tres de los islotes por 2.050 millones de yenes (26 millones de dólares USA).

El gobierno japonés incluso confundió el blanco y el negro al alegar que la acción está destinada a administrar las islas en una forma «tranquila y estable» y que poner las islas bajo el control estatal ayudará a preservar la estabilidad regional.

La lógica de Tokio es ridícula porque las Islas Diaoyu han sido territorio inherente de China desde la antigüedad. Sin importar su modalidad, esa acción unilateral de comprar territorio que pertenece a una nación extranjera no es legal ni válida.

El gobierno japonés debe asumir toda la responsabilidad de cualquier repercusión que pueda surgir.

El presidente chino Hu Jintao, cuando se reunió con el primer ministro japonés Yoshihiko Noda el domingo, puso en claro que el gobierno chino se mantiene firme sobre la salvaguardia de su integridad territorial.

Hu indicó seriamente que las relaciones chino-japonesas han enfrentado recientemente una situación severa debido a las Islas Diaoyu, y advirtió que Japón debe reconocer completamente la gravedad de la situación y que no debe tomar decisiones equivocadas.

De hecho, el gobierno japonés ha sido secuestrado por derechistas sobre el asunto de las Islas Diaoyu porque optó por intervenir luego de que el gobernador de Tokio, Shintaro Ishihara, tomara medidas para comprar las islas.

La farsa de compra de islas dirigida por el político derechista de línea dura está destinada a acorralar al gobernante Partido Democrático, que enfrenta las críticas de los derechistas por ser suave en torno a las disputas territoriales.

Al aviviar las disputas y los sentimientos nacionalistas, los derechistas japoneses no buscan más que sus propios beneficios políticos en la política interna.

Esa miopía seguramente será contraproducente porque esas acciones dañarán más la relación chino-japonesa cuando este año se conmemora el 40 aniversario de las relaciones diplomáticas.

Además, la comunidad internacional tiene buenas razones para preocuparse por la orientación política en Japón. Tokio debe frenar los sentimientos derechistas domésticos para convencer al mundo de que se apega a una vía pacífica de desarrollo.

Una relación sana entre los dos pesos pesados asiáticos es benéfico para los intereses fundamentales de China y de Japón y contribuye a la paz y estabilidad regionales y mundiales.

Por lo tanto, es sumamente aconsejable que Japón cese de inmediato cualquier acción que pueda violar la integridad territorial de China y regrese a la vía correcta de solución de disputas a través de las negociaciones.