¿Defender la «libertad» o la hegemonía?

In Noticias, Política exterior by PSTBS12378sxedeOPCH

En los últimos días, medios de comunicación estadounidenses han especulado afanosamente con el “Incidente de Google” en tanto que políticos importantes de ese país han alzado sucesivamente la voz, para reprochar la política china sobre la administración de la Internet, insinuar que China restringe la libertad en Internet e inventar la versión de que “el Gobierno de China ha participado en los ataques de los hackers”. Estas palabras, que hacen caso omiso de la realidad, han hecho daño a la imagen de China e interferido en el desarrollo sano y estable de las relaciones entre China y Estados Unidos.


El “Incidente de Google”, en fin de cuentas, es un incidente comercial politizado. El 13 de enero, un subgerente general de alto nivel de Google dijo en el blogger oficial que Google se retiraría probablemente de China, porque Google y otras empresas norteamericanas fueron objeto de “ataques provenientes de China”, “ataques de alta precisión y orientados” y que “en los últimos años, el Gobierno (chino) ha intentado restringir ulteriormente la libertad de palabra en Internet”.

La declaración de Google sobre su retiro, ¿se debió realmente a los supuestos “ataques en Internet” y “censura de Internet”? Hasta un experto estadounidense en seguridad de Internet señaló: Google entró en China en 2006 tras consideraciones prudentes; pero hoy día su participación en el mercado de motores de búsqueda de China sólo es de 35%, mucho atrás que Baidu; el ingreso anual de Google en el mercado de China no alcanza ni siquiera el 2% de sus ingresos totales globales. A criterio de algunas personalidades chinas de la materia de Internet, Google está buscando pretextos para su fracaso, su derrota ante las compañías nacionales por “no estar aclimatada” y tras su fracaso, ha perdido su original espíritu emprendedor y se ha puesto un vestido político para su retiro comercial.

 

No es difícil ver la sombra del gobierno estadounidense detrás de la politización del “Incidente de Google”. Tan pronto como Google anunció su probable retiro, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, declaró que “espera que el Gobierno chino haga explicaciones” y pronunció el 21 de enero un discurso sobre el problema de la “libertad en Internet”, diciendo que “promover la libertad en Internet forma parte de la estrategia diplomática de Estados Unidos en el siglo XXI”. Clinton criticó a China y otros países por su reforzamiento de la censura de Internet y anunciando que junto a los círculos industriales, académicos y no gubernamentales” se aprovechará de la tecnología de Internet para impulsar los “objetivos diplomáticos” de los Estados Unidos.

 

Clinton “exhortó a las compañías de medios de comunicación estadounidenses a tomar medidas por propia iniciativa” y “reflexionar sobre qué es lo acertado, en lugar de buscar sólo ganancias de corta vista” y reveló que el Departamento de Estado convocará en el próximo mes a las compañías en Internet para discutir sobre el problema de la libertad en Internet. Es obvio que las compañías en Internet ya se han convertido en “piezas de ajedrez políticas” del Gobierno estadounidense. Desde luego, existe allí el problema de si esas compañías norteamericanas tienen buena gana o si están conscientes.

 

Esa importante política estadounidense intenta de manera altisonante considerar la defensa de la “libertad en Internet” como parte de su “estrategia diplomática”, con miras a, por un lado, tratar de realizar intervenciones políticas en otros países y, por el otro, poner énfasis en reforzar la hegemonía estadounidense en Internet.

 

Estados Unidos considera la Internet como “eslabón crucial para la seguridad nacional y la prosperidad económica”. Desde su nacimiento, la Internet ha venido siendo firmemente controlada por Estados Unidos; actualmente existen a nivel mundial 13 servidores raíz de Internet, de los cuales el único servidor raíz principal está en Estados Unidos y de los otros 12 servidores raíz complementarios, 9 se encuentran en Estados Unidos. Todos los servidores raíz son administrados unificadamente por la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN, por sus siglas en inglés), que está autorizada por el Gobierno estadounidense, a cargo de la administración de los servidores raíz para nombres de dominio, los sistemas de nombres de dominio y las direcciones IP de todo el mundo. Diversos países del mundo y organizaciones internacionales como las Naciones Unidas demandan compartir con Estados Unidos los derechos, pero son rechazados. Puesto que Estados Unidos abogan por la “libertad en Internet”, ¿por qué se ha negado a distribuir los derechos de administración de los servidores raíz? Los derechos de jurisdicción sobre los servidores raíz significan el control sobre los derechos de subsistencia y visita de los distintos países en Internet y es obvio que Estados Unidos no está dispuesto a renunciar a estos recursos estratégicos.

 

Precisamente como señala el diario singapurense “United Morning News” en un comentario: La conducta internacional de Estados Unidos está sujeta a su “estado de ánimo imperial” y una de las características de la “naturaleza de un imperio” es intentar controlar la política de otros países y maximizar sus propios intereses.

 

En torno al “Incidente de Google”, el Gobierno estadounidense no sólo tiene en cuenta los intereses de la compañía de su propio país, sino que, más aún, trata de restringir los derechos de China a defender su seguridad e intereses en el espacio de Internet. Esto no es aceptable en absoluto para China.

 

Un allto ejecutivo de Google ya ha expresado su esperanza de resolver el problema a través de consultas con el Gobierno chino para continuar su presencia en China. Tal vez Google ya ha comprendido que China puede permanecer sin Google, pero una Google sin China no tiene porvenir. (Pueblo en Línea)

 

26/01/2010