EEUU, te hablamos con el corazón en la mano

In Noticias, Política exterior by PSTBS12378sxedeOPCH

La prensa occidental se apresuró a calificar de inusualmente tajantes los comentarios del presidente chino, Hu Jintao, sobre el dólar. Pero toda palabra dicha con seriedad conlleva un determinado valor, aunque a veces resulte desagradable al oído.


Cabe esperar que los diseñadores de políticas en EEUU así lo asuman.


En su entrevista escrita para los periódicos de EEUU antes de su visita de Estado al país norteamericano, que comenzó el pasado el martes, Hu no sólo precisó que “el sistema monetario internacional actual es producto del pasado”, sino que además urgió a que “la liquidez del dólar de EEUU se mantenga a un nivel razonable y estable”.



El presidente chino no ha hecho más que destacar una realidad preocupante, que ningún país puede permitirse el lujo de ignorar.



Durante décadas, el dólar ha servido de moneda de reserva principal para facilitar el comercio internacional, la inversión y las transacciones financieras.



Sin embargo, la crisis financiera global de 2008 y las subsiguientes políticas monetarias en extremo flexibles de EEUU han dejado cada vez más en claro el hecho de que un sistema monetario internacional dominado por el billete verde es un anacronismo en la actualidad.



En la creencia evidente de que puede salir de la recesión emitiendo más billetes, EEUU sigue imprimiendo dinero sin importar el hecho de que, al hacerlo, propicia un exceso de liquidez en la economía global, especialmente para las economías emergentes, con lo cual crea las condiciones para que la inflación se dispare aún más.



Si no se reajusta a tiempo el actual sistema monetario, de modo que responda al nuevo panorama económico global, será difícil que la comunidad internacional pueda dejar detrás su peor crisis financiera en cerca de siete décadas.



Además, como principal poseedora extranjera de deudas del Gobierno de EEUU, China tiene justificada preocpuación por la seguridad y el valor de sus activos.

Según el departamento de Hacienda de EEUU, las tenencias de China sobrepasaron los $900.000 millones en octubre.



Es sin dudas una notable suma, tanto para el prestatario, que ahora lidia con un déficit fiscal anual de más de un billón de dólares, como pare el acreedor, cuyas reservas en moneda extranjera sumaron menos de $3 billones, de un producto interno bruto de menos de $6 billones.



Obviamente, la compra masiva por parte de China de los bonos de Hacienda de EEUU es una opción propiciada por este país para asignar sus descomunales reservas en moneda extranjera, acumuladas principalmente gracias a su superávit comercial y la afluencia de inversión directa extranjera.



Sin embargo, la compra de China de la deuda pública estadounidense no conlleva un endoso a la impresión desenfrenada de dólares.



Es natural además que los líderes chinos expresen su preocupación cuando los políticos estadounidenses sólo parecen interesados en cortejar a los votantes, mientras la deuda pública del país registra récords alcistas casi a diario.



Ningún país puede inflar su deuda sin consecuencias indeseables. Los diseñadores de políticas de EEUU deben asumir que las palabras del presidente Hu están dichas con el corazón en la mano, como sincero consejo, en el mejor interés de ambos países y de la economía mundial.(Pueblo en Línea)


19/01/2011