El diálogo es bueno y de gran provecho

In Noticias, Política exterior by PSTBS12378sxedeOPCH

Apenas pisando la tierra de China, Obama empezó un diálogo con estudiante chinos. Es una cosa positiva. El diálogo es bueno y de gran provecho.


En una época en que China está emergiéndose, es una cosa postiva que el jefe de Estado de EEUU venga a China. Con la voluntad de comprender y aprender de China, trata de fortalecer aún más los intercambios entre los dos países, especialmente la coordinación y la cooperación de las dos economías para lograr un crecimiento equitativo, de promover el diálogo en los terrenos de defensa nacional y seguridad regional, de aumentar la confianza estratégica mutua, y de hacer esfuerzos conjuntos para superar las divergencias en la cooperación bilateral, incluidos problemas de desarrollo equitativo en lo económico y comercial.


Las comunicaciones permanentes entre China y EEUU, la comprensión precisa de los intereses y preceptos de una parte a la otra, y las consultas basadas en la comprensión mutua, resultarán beneficiosos para los intereses fundamentales de los dos países. Estas visitas al máximo nivel y reuniones de cumbre deben ser permanentes e institucionalizadas para que sean cada vez más asuntos corrientes. Al mismo tiempo, los intercambios y diálogos a los diversos niveles de los dos países, sean lo que sean sus formas, requieren esfuerzos tanto oficiales como populares, para que se conviertan en acción mancomunada permitiendo el avance sereno de la corriente histórica de beneficios recíprocos en la cooperación.



Durante su estancia en Shanghai, el presidente Obama sostuvo diálogos activos con el Gobierno Municipal y ciudadanos de esa ciudad, lo que demuestra que atribuye gran importancia a esta ciudad económica y cultural. Shanghai, importante municipio costero de China, ha hecho contribuciones postivas durante largo tiempo al desarrollo normal de las relaciones entre China y EEUU. Aquí el presidente Obama se reunió con estudiantes de Shanghai, escucho sus opiniones, y respondió sus preguntas. Con ello creó un nuevo modelo de las relaciones púbicas del Gobierno, y escribió una nueva página en la historia de intercambios entre China y EEUU.



El presidente Obama pasó revista a los intercamibios entre China y EEUU durante más de dos siglos. Patentizó sus felicitaciones por los éxitos que ha conquistado China en la reforma y la apertura. Manifestó sus expectativas sobre el desarrollo de las relaciones entre los dos países. Y refrentó altamente el papel de los jóvenes en estos intercambios. Lo que apreciamos es que el presidente Obama hiciera mención especial que los éxitos de China no son necesariamente amenazas para otros países, y las experiencias exitosas de EEUU tampoco son necesariamente modelos a copiar para otros países. Este concepto de racionalidad con bastante tino refleja la sabiduría del dirigente norteamericano en la época contempránea.



Es evidente que aún existen muchas divergencias entre China y EEUU. Algunas preguntas formuladas por estudiantes de Shanghai reflejan que la joven generación de China, al mismo tiempo que apoyan el desarrollo de las relaciones entre China y EEUU, tienen una comprensión sensata sobre las contradicciones estructurales y estratégicas en las relaciones bilaterales, así como sobre la división adecuada entre los intereses y las responsabilidades en sus relaciones actuales. No esperamos que a través de una reunión a estilo norteamericano se puedan resolver todos estos grandes problemas. Pero estamos seguros de que a través de sus contactos con los jóvenes valores chinos el presidente Obama tiene una comprensión más clara de las preocupaciones de la joven generación de China y de las grandes masas de internautas chinos.



Para construir y desarrollar las relaciones entre China y EEUU, se requieren que los dirigentes actuales y futuros y los pueblos de las dos países realicen amplios intercambios en diversas formas. Y que las dos partes tejan redes poderosas para comunicarse y para disipar el malentendimiento. La visita de Obama a Shanghai no es más que el inicio de su visita a China. Deseamos sinceramente que el presidente norteamericano tenga mayores éxitos en su visita a la capital de China, que tenga oportunidades para escuchar opiniones de un mayor número de chinos, que el pueblo chino comprenda más al EEUU contempráneo conforme pasa el tiempo, que los dos países tengan más oportunidades para comprenderse y respetarse, haciendo esfuerzos en conjunto para mantener la paz y la estabilidad del mundo. (Pueblo en línea)


17/11/2009