Empresa china rechaza que existan 'intenciones de carácter político' en sus inversiones en Islandia

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La inmobiliaria Zhongkun planea construir un gran centro turístico en el país nórdico. En su edición del martes, el rotativo británico Financial Times citaba a varias personas que consideran el proyecto "una tapadera para los intereses geopolíticos de China".


(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Huang Nubo, presidente del grupo Zhongkun, una empresa promotora inmobiliaria privada, señaló ayer miércoles que los planes de su firma para construir un centro turístico de lujo en Islandia tienen fines «puramente comerciales», en respuesta a unos comentarios de oponentes al proyecto publicados por el periódico Financial Times, según los cuales la inversión china tendría “intenciones de carácter político”.

Zhongkun, establecida en 1995 en la capital china, Pekín, planea adquirir 300 kilómetros cuadrados de tierras en Islandia para construir un centro turístico de alta gama con una inversión total de 200 millones de dólares.

«El centro incluirá un hotel, un campo de golf y áreas para actividades al aire libre», explicó Huang, quien ya gestiona varios proyectos inmobiliarios en China y Estados Unidos. “Aunque el proyecto no aportará beneficios de forma inmediata, el paisaje pintoresco y el entorno natural del complejo atraerán a viajeros de todo el mundo en el futuro”, apuntó en presidente del grupo promotor en una entrevista con la agencia oficial Xinhua.

En su edición del martes, el Financial Times citaba a varias personas opuestas al proyecto, quienes expresaron temores ante la posibilidad de que el centro sirva de tapadera para los intereses geopolíticos de China.

«Se trata de un proyecto de carácter puramente comercial, sin conexión alguna con la política; por lo tanto, estas preocupaciones son infundadas», expresó Huang, añadiendo que en su opinión, el centro traerá beneficios tanto a su compañía como a los residentes locales.

Huang confirmó que en los años 80 y principios de los 90 del siglo pasado trabajó en el departamento de publicidad del Comité Central del Partido Comunista de China. «Era un funcionario corriente. Dejé de trabajar para el gobierno muchos años atrás. Es absurdo asumir sobre esta base que mi empresa cuenta con apoyo gubernamental», indicó.

Además de sus intereses comerciales, Huang afirma tener una relación personal con Islandia, pues compartió dormitorio con un estudiante de ese país durante sus estudios en la Universidad de Pekín en la década de 1970 y con el que entabló amistad.

El año pasado, Huang donó 11 millones de dólares para establecer una fundación de apoyo a los intercambios entre poetas chinos e islandeses, con lo que patrocinó el primer festival sinoislandés de poesía.

«La primera vez que visité Islandia fue para asistir a este festival. El paisaje me impresionó mucho y los empresarios locales me comunicaron que estaban interesados en atraer inversiones chinas», relató Huang, quien también es un experimentado montañero.

El acuerdo de compra de los terrenos ha sido acordado por la empresa de Huang y los propietarios, pero todavía necesita la autorización del gobierno de Islandia. El proyecto de inversión también debe ser aprobado por el gobierno chino, para lo cual la firma entregó la solicitud el lunes. Las autoridades chinas pueden tardar hasta seis meses en tomar una decisión, afirmó Huang.

Como el terreno en cuestión incluye uno de los mayores ríos helados del país, Huang ha prometido renunciar a sus derechos de explotar los recursos acuáticos y tiene previsto establecer un equipo de expertos para evaluar el impacto medioambiental del proyecto.

China está animando a sus empresas a invertir en el exterior, como parte de los esfuerzos para minimizar los riesgos que conlleva invertir sus enormes reservas de divisas de 3 billones de dólares en la compra de la deuda de países extranjeros.

Huang no es el primer ciudadano chino que se enfrenta a temores relacionados con cuestiones políticas y de seguridad a la hora de hacer negocios en otros países. Mei Xinyu, experto de la Academia de Comercio Internacional y Cooperación Económica de China, dijo a Xinhua que algunas personas todavía tienen la mentalidad de la Guerra Fría y consideran a China como un nuevo contendiente. «Tomará tiempo hasta que los demás países comprendan que la inversión china jugará un rol positivo», indicó Mei.

Expertos del sector estiman que la inversión directa de empresas chinas en mercados exteriores podría alcanzar entre uno y dos billones de dólares en la próxima década.