Empresas chinas deben adaptarse a cultura africana

In Noticias, Política exterior by PSTBS12378sxedeOPCH

Las compañías chinas precisan replantearse la manera en que se adaptan a las culturas locales y mejoran sus relaciones de trabajo cuando amplían sus operaciones a otros países. Los conflictos laborales que resurgen, especialmente en África, son recordatorios de que las empresas chinas tienen mucho que aprender si quieren tener éxito al ubicarse en mercados locales y convertirse en verdaderas multinacionales.


El conflicto más reciente se produjo en Zimbabwe, donde un sindicato local declaró la guerra a las empresas de construcción chinas allí, acusándolas de proporcionar desventajosas condiciones de empleo y de despedir indiscriminadamente a los trabajadores africanos. Aunque los representantes chinos intentaron su mejor defensa, el daño estaba hecho.
En los últimos años, además de actuar como inversionistas confiables en áreas de la agricultura, la explotación minera y la manufactura en África, las empresas chinas ha intentado ayudar al desarrollo local. Así, suelen colocar su inversión en la construcción y el desarrollo de la infraestructura, para promover la educación y el desarrollo del cuidado de la salud.



Es una pena que sus esfuerzos se vean eclipsados por conflictos laborales evitables.



Según un informe de 2009 de la Academia de Ciencias Sociales de China, algunas empresas del país en África han enfrentado problemas tales como conflictos laborales, accidentes de seguridad, contaminación del ambiente y falta de calidad en sus productos.



Algunas compañías incurrieron en equivocaciones por su incapacidad para entender la política y las leyes locales, o su religión y cultura. Otros se limitaron a calcar los modelos domésticos de empleo de China en África, incluyendo las horas y condiciones de trabajo, los niveles de salario e incluso la frecuencia de pago, lo que produjo choques con los trabajadores locales.



Además de mejorar sus relaciones y aprender a negociar con los sindicatos locales, las compañías chinas deben valerse de las leyes de cada país para proteger sus propios derechos.



Según aumenta la cifra de firmas chinas que invierten en África y crece su influencia en el desarrollo local, su comportamiento será cada vez más escudriñado por el mundo. Cualquier problema o falla puede hacer de China un blanco fácil de acusaciones al estilo de “no difiere en nada de los explotadores coloniales. ”



En China, los trabajadores de empresas de capital foráneo suelen reaccionar enérgicamente cuando no les tratan bien sus patrones. Las multinacionales que desean una relación prolongada y sana con las comunidades chinas prestan gran atención a su imagen en China.

Las firmas extranjeras exitosas se afanan por ponerse al día sobre las regulaciones y leyes locales, participan en actividades comunitarias y emprenden obras caritativas.



Las compañías chinas de ultramar tienen que considerar que una multinacional madura debe llevar a hombros una importnate carga de responsabilidad social. Esto no sólo significará costo adicional, sino que, sobre todo, ampliará sus beneficios futuros.



Las relaciones chino-africanas han desarrollado bases sólidas. China ganó corazones cuando ayudó a contruir el ferrocarril de 1.860 kilómetros de longitud entre Tanzania y Zambia, en los años 70.



Toca ahora a los nuevos empresarios chinos demostrar que pueden hacer mucho más en bien propio y de los pueblos africanos.(Pueblo en Línea)


19/11/2010