¿La iniciativa de “la Franja y la Ruta” daña la soberanía de otros países? La realidad muestra lo contrario Por Jia Xiudong, investigador del Instituto de Asuntos Internacionales de China.

In Análisis, Política exterior by Xulio Ríos

Beijing, 17/06/2019 (El Pueblo en Línea) – Hasta el momento, ningún acuerdo bajo la iniciativa de «la Franja y la Ruta» ha sido un «tratado desigual». Estados Unidos difunde la «teoría del daño a la soberanía» en un intento de provocar las relaciones entre China y los países a lo largo de «la Franja y la Ruta» desde la perspectiva de la «competición entre grandes potencias».

Recientemente, algunas figuras políticas, grupos de expertos y medios de comunicación occidentales han declarado que la iniciativa de «la Franja y la Ruta» daña la soberanía de las naciones. Los argumentos principales son dos: en primer lugar, China ha inducido a los países participantes de «Franja y la Ruta» a perder el control de los proyectos a través de «trampas de deuda». En segundo lugar, las empresas chinas han obtenido el control sobre proyectos de «la Franja y la Ruta» a través de acuerdos de capital, arrendamientos a largo plazo o contratos de operación a largo plazo, con lo que han «erosionado» la soberanía de los países participantes. Estos argumentos son contrarios a los hechos y no son lógicos.

Primero, en principio, la iniciativa de “la Franja y la Ruta” se adhiere al principio de “cooperación recíproca, construcción conjunta y beneficio mutuo” desde el comienzo, y respeta completamente la soberanía de los países participantes. La iniciativa se adhiere a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, no admite la exclusividad, no toma el camino de una sola vía y no impone nada a otros. Se basa en el respeto mutuo, la igualdad y el beneficio mutuo, y a través del diálogo, la consulta y la cooperación logra una situación beneficiosa para todos los países participantes. Al mismo tiempo, la principal innovación de la iniciativa es promover el acoplamiento de estrategias de desarrollo entre los países participantes. Las naciones tienen el derecho de desarrollarse y tener sus propias estrategias y planes de desarrollo. Hasta ahora, ningún acuerdo bajo la iniciativa de «la Franja y la Ruta» ha sido un «un tratado de rendición» ni un «tratado desigual».

En segundo lugar, a nivel nacional, China otorga gran importancia al tema de la sostenibilidad de la deuda nacional de los países a lo largo de «la Franja y la Ruta». La cooperación en proyectos no obliga a nadie ni crea «trampas».

La financiación es el apoyo de la construcción de «la Franja la Ruta», y la sostenibilidad de la deuda es la sostenibilidad de la iniciativa de «la Franja y la Ruta». La construcción de “la Franja y la Ruta” requiere una gran inversión de capital. Los países participantes son en su mayoría países en vías de desarrollo. Debido a los sistemas financieros imperfectos y la falta de canales de financiación, la inversión y la financiación de proyectos se enfrentan a dificultades. Para resolver este problema, la iniciativa de “la Franja y la Ruta” se compromete a crear una nueva plataforma de cooperación, a innovar los mecanismos de inversión y financiación, y a guiar activamente varios tipos de participación de capital. La iniciativa de «la Franja y la Ruta» involucra tanto a instituciones financiadas por China como a instituciones financiadas con fondos extranjeros para formar un sistema de garantía de fondos de «la Franja y la Ruta», e introduce una serie de medidas de control y gestión de riesgos de inversión y financiación, incluida la formulación de las Pautas Financieras de «la Franja y la Ruta» y la publicación del Marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta para el Análisis de la Sostenibilidad de la Deuda.

Incluso si los países a lo largo de «la Franja y la Ruta» tienen una gran carga de deuda, esta no necesariamente está relacionada con un proyecto de construcción de «la Franja y la Ruta». Algunas deudas nacionales se han acumulado a lo largo de los años antes de participar en la cooperación de «la Franja y la Ruta». Son el resultado de grandes cantidades de préstamos de otros países y organizaciones financieras internacionales y China no es el mayor acreedor. La deuda con China es la inversión efectiva y los activos valiosos del proyecto de «la Franja y la Ruta». El aumento de la deuda corresponde a los activos efectivos que obtienen rendimientos a largo plazo.

En tercer lugar, a nivel empresarial, los proyectos de «la Franja y la Ruta» tienen varias formas de cooperación. El mundo exterior equipara una forma específica de cooperación con la «erosión» de la soberanía, algo que es inverosímil.

La iniciativa de «la Franja y la Ruta» se centra en la interconexión e involucra una gran cantidad de construcción de infraestructura. Los proyectos a menudo son a gran escala, a largo plazo, de acción lenta, bajo beneficio y con riesgos, pero también son el desarrollo económico y social necesitado con urgencia por los países participantes. Muchas empresas occidentales no se atreven a ir a dichos países, y las empresas chinas se enfrentan a dificultades. Para los proyectos de construcción de infraestructura, como carreteras, ferrocarriles, puertos y centrales eléctricas, teniendo en cuenta factores como la inversión de capital, el período de retorno, la tecnología y los talentos, las empresas chinas proceden de la situación real y negocian formas y plazos específicos con los países relevantes, y no implican problemas de soberanía. De acuerdo con los estándares de la opinión pública estadounidense, ¿mantener un patrimonio a corto plazo de menos del 49% no «erosiona» la soberanía y poseer más del 51% del patrimonio a largo plazo si «erosiona» la soberanía? ¿y las empresas chinas que participan en proyectos de acuerdo con el modelo BOT (Build-Operate-Transfer) aceptado internacionalmente, también «erosionan» la soberanía? De acuerdo con esta lógica, muchas empresas de Estados Unidos también invierten en China y en muchos otros países de acuerdo con el modelo BOT. ¿Debería hablarse de «erosión» de la soberanía antes de entregar el proyecto?

China siempre ha alentado la cooperación de terceros países en torno a la iniciativa «la Franja y la Ruta». Desde que se propuso la iniciativa «la Franja y la Ruta», China ha firmado documentos de cooperación con tercer mercado como Francia, Italia, España, Japón, Portugal y otros países, algo propicio para acoplar eficazmente la capacidad de producción ventajosa de China, la tecnología avanzada de los países desarrollados y las necesidades de desarrollo de los países en vías de desarrollo. Un gran número de compañías estadounidenses, incluidas Caterpillar, Honeywell y General Electric, también han participado en proyectos de «la Franja y la Ruta» y están entusiasmadas con la construcción de «la Franja y la Ruta». Según la lógica de cierta opinión pública en Estados Unidos, ¿los países occidentales mencionados anteriormente y sus empresas se han convertido en cómplices de la «erosión» de China a la soberanía de otros países?

Estados Unidos difunde el «daño a la soberanía» y desperdicia la iniciativa de «la Franja y la Ruta». EE.UU trata de provocar la relación entre China y los países a lo largo de la «la Franja y la Ruta» y comprimir el espacio de interacción benigna de China con el mundo desde la perspectiva de la «competición entre grandes potencias».

La iniciativa de «la Franja y la Ruta» se ha convertido en un producto público popular en el mundo. Para su propia imagen internacional y sus intereses a largo plazo, en vez de envenenar las relaciones de China con otros países, EE.UU debería ayudar al desarrollo de los países a lo largo de «la Franja y la Ruta» con préstamos más favorables, menores costes, mayor eficiencia, y especialmente con igualdad y respeto.