Las actitudes occidentales no aislarán a China

In Noticias, Política exterior by PSTBS12378sxedeOPCH

La teoría reciente según la cual China está endureciendo posiciones alcanzó su punto climático tras la colisión entre un pesquero chino y dos lanchas guardacostas japonesas en aguas aledañas a las islas Diaoyu. Algunos medios informativos occidentales han citado a expertos que critican a China por acudir a lo ellos denominan una diplomacia cada vez más agresiva. Algunos advierten que China “se esté aislando” y está empujando a sus vecinos asiáticos más cerca de EEUU.


Tal crítica puede engañar a los vecinos de China y traducirse en presiones sobre los analistas diplomáticos y políticos de China. Esto es probablemente lo que están buscando algunos occidentales. Esperan que China se comporte como el elefante en la cristalería – que debe quedarse quiero o acaba con todo.

Sin embargo, esta teoría no es no más que una nueva variación del cliché previo de la “amenaza de China”. Algunos occidentales afirman que ya China no es el país modesto, discreto que conocieron y que ha pasado a ser agresiva y arrogante. Sin embargo, estas mismas personas censuraron a China, calificándola de “amenaza.”

 

Los conflictos territoriales no son raros en Asia. La mayoría de los asiáticos entienden que una vez que un conflicto territorial estalla, los países involucrados pueden verse fácilmente abocados a una dura contienda.

 

Por lo tanto, la mayoría de ellos creen que en temas de soberanía e integridad territorial, China está siendo realmente forzada, aunque no se lo proponga, a mostrarse agresiva.

 

Aunque fue Japón el que inició el conflicto, y los dos países ahora adoptan postura de línea dura hacia el oro, es China la que se convierte en blanco de las críticas occidentales.

 

Dada la debilidad del poder de argumentación de China a escala internacional, el país tropieza ocasionalmente con obstáculos para convencer a otros de sus puntos de vista.

Afortunadamente, esta teoría de que China se está poniendo agresiva no tendrá eco en Asia, como tampoco la tuvo la vieja “acusación de la amenaza de China”. Tales teorías no implican ninguna ventaja para Asia; más bien son causa de molestos conflictos.

 

China debe mantener la calma, puesto que la presión de la opinión pública externa es inevitable cuando una nación despega.

 

El país debe continuar ajustando gradualmente su capacidad de maniobra diplomática en medo de las cambiantes circunstancias internacionales.

 

China no debe reparar en los malentendidos de algunos occidentales, a la vez que impide que tales actitudes frenen su crecimiento nacional.

 

Este es un tama nuevo para China. A través de su historia moderna, China procuró la independencia y desarrollo, y nunca ha sido tan poderosa como hoy.

 

Por lo tanto, todavía está explorando modos de transformar su creciente poderío e influencia externa.

 

Ahora la nación debe disponer de una estrategia más clara y madura para presentarse al mundo y ganar apoyo internacional para su crecimiento.

 

Mientras China mantenga la sobriedad y siga respetando a otros, puede ganar comprensión, dejando cada vez menos espacio para la teoría de la “China agresiva”.

(Pueblo en línea)

 

30/09/2010