OCS progresa como nuevo modelo de cooperación regional

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BEIJING, 4 jun (Xinhua) -- Los seis Estados miembros de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) se reunirán el miércoles y el jueves de esta semana en Beijing para celebrar la XII cumbre del grupo desde su constitución en junio de 2001, con miras a profundizar la cooperación de beneficio mutuo entre ellos.


A juicio de los analistas, en estos últimos años la OCS se ha convertido en un nuevo modelo de cooperación regional. En lugar de avanzar como una alianza de presión sobre los demás, ha funcionado como una plataforma de cooperación para la paz y la prosperidad de la región.

De esta organización intergubernamental forman parte China, Kazajistán, Kirguizistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán. Como Estados observadores figuran la India, Pakistán, Irán y Mongolia; y como socios de diálogo, Bielorrusia y Sri Lanka.

PROMOCION DE LA SEGURIDAD REGIONAL

Considerada como un nuevo modelo de cooperación regional, la OCS se fundó con el propósito de promover la seguridad regional y la lucha contra el terrorismo, señala en conversación con Xinhua Chen Yurong, directora del Centro de Investigación de la OCS en el Instituto de Estudios Internacionales de Beijing.

La organización tiene el compromiso de erradicar las amenazas a la paz y la estabilidad regional, como el terrorismo, el separatismo, el extremismo, el narcotráfico y el comercio ilegal de armas, actividades que han crecido de manera abismal a lo largo de la región, apunta Chen.

Durante los últimos 11 años, los Estados miembros de la OCS han mantenido un estrecho contacto y un apoyo mutuo en la lucha contra elementos negativos, al tiempo que han firmado declaraciones y creado mecanismos de reuniones regulares para evaluar la seguridad y la estabilidad en la región.

Desde 2004, cuando se estableció la estructura antiterrorista regional de la OCS (el único órgano permanente dentro del grupo aparte de la secretaría), se han frustrado más de 500 conspiraciones terroristas salvando miles de vidas en la región.

Los Estados miembros de la OCS también han llevado a cabo constantes ejercicios de entrenamiento conjuntos para mejorar la interoperatibilidad de sus fuerzas armadas y agencias del orden público, y amedrentar a posibles elementos conflictivos.

UNA ASOCIACION, NO UNA ALIANZA

La organización sostiene los principios de no alineación, no estar dirigida contra otros países o regiones y apertura al exterior, puesto que se basa en la propia necesidad de mantener la seguridad regional en la nueva era de globalización económica.

En virtud del Espíritu de Shanghai, que se caracteriza por la confianza y el beneficio mutuos, la igualdad, la consulta, el respeto de la diversidad cultural y la búsqueda del desarrollo común, la OCS ha creado un modelo de asociación, en lugar de una alianza, afirma Chen.

Esta investigadora explica que la organización ha establecido contactos efectivos con las Naciones Unidas, la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), entre otras organizaciones internacionales, a fin de promover conjutamente la paz y la prosperidad en la región y en todo el mundo.

Tatyana Sinitsina, editora jefe de la página web rusa InfoSCO, le dijo recientemente a Xinhua que los Estados miembros de la OCS tienen los mismos derechos dentro de la organización, a pesar de que entre ellos hay notables diferencias en materia de peso económico.

«Es algo inaudito, pues todas las coaliciones occidentales se rigen por el poder de sus miembros. En ningún caso un país débil se sentará en la misma mesa que otro fuerte, como Estados Unidos, pues todos se han de sentar en función de su rango», subraya Sinitsina.

REJUVENECIMIENTO DE LA RUTA DE LA SEDA COMERCIAL

Además de colaborar en materia de seguridad, los Estados miembros de la OCS mantienen una dinámica cooperación económica, que constituye una de las dos ruedas de la organización y que se ha convertido en una de sus principales prioridades, destaca Chen.

Esta experta señala que la OCS ha rejuvenecido los vínculos comerciales de la antigua Ruta de la Seda, tal como se refleja en el marcado aumento del volumen comercial de China con los otros miembros de la organización durante la última década, que ha pasado de 12.100 millones de dólares en 2001 a casi 113.000 millones de dólares en 2011.

En unas recientes declaraciones, el viceministro chino de Relaciones Exteriores Cheng Guoping dijo que la OCS, cuyos miembros abarcan el 60 por ciento del territorio euroasiático, ha logrado profundizar su cooperación económica e identificar su potencial de cooperación en áreas tales como las finanzas, el transporte, la energía, la agricultura y la tecnología.

Entre las acciones concretas llevadas a cabo destaca la construcción de ferrocarriles, carreteras y una red de oleoductos que conecta la rica región de Asia central, que carece de salida al mar, con los mercados globales de recursos naturales.

Los Estados miembros de la OCS también han establecido un Consejo Empresarial y una Asociación Interbancaria, dos organizaciones no gubernamentales destinadas a promover y financiar proyectos de cooperación dentro del grupo.

«La OCS se ha convertido en una fuerza de construcción indispensable en el vasto territorio euroasiático y una organización de cooperación regional en la que los Estados miembros pueden confiar», manifestó Cheng.