EEUU debe explicaciones al mundo por acusaciones de espionaje

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BEIJING, 23 jun (Xinhua) -- Edward Snowden, contratista de inteligencia estadounidense que reveló algunas de las actividades de espionaje más secretas del gobierno norteamericano, ha puesto a Washington en una situación realmente delicada.


BEIJING, 23 jun (Xinhua) — Edward Snowden, contratista de inteligencia estadounidense que reveló algunas de las actividades de espionaje más secretas del gobierno norteamericano, ha puesto a Washington en una situación realmente delicada.

En los últimos meses, políticos y medios de prensa estadounidenses han presentado constantes acusaciones de espionaje a través de internet contra China, en un intento por hacer ver a la nación asiática como uno de los mayores perpetradores de este tipo de actividades en la red.

Tales demandas fueron incluso destacadas durante la muy anticipada cumbre entre el presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Barack Obama, celebrada a principios del presente mes en California con el propósito de ayudar a las dos mayores economías globales a construir un nuevo tipo de relaciones entre grandes potencias.

Todo parecía transitar por muy buen camino hasta que aparecieron las revelaciones del programa de vigilancia PRISM de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos.

Según Snowden, el gobierno estadounidense ha estado implicado en amplias y dudosas actividades de espionaje no solo de sus propios ciudadanos, sino también contra entidades gubernamentales, académicas y comerciales de todo el mundo.

Las más recientes informaciones del diario South China Morning Post, con sede en Hong Kong, que al parecer tiene acceso a Snowden después que éste escapara a territorio chino, revelaron que Washington ha pirateado sistemas de computadoras de las principales compañías de telecomunicaciones chinas y de una de las más importantes universidades del país.

Esto, junto a las alegaciones anteriores, son evidentemente señales que demuestran Estados Unidos, que ha jugado durante mucho tiempo a desempeñar el papel de inocente víctima de los ataques cibernéticos, se ha convertido en el mayor villano de nuestra época.

En estos momentos, Washington está ocupado en el proceso legal para conseguir la extradición del denunciante Snowden.

Pero para otros países, Washington debe primero aclarar sus acciones. Además, debe una explicación a China y otros países que supuestamente espió, así como dar a conocer al mundo el alcance, la amplitud y la intención de sus programas clandestinos de piratería informática.

El drama que rodea a Snowden también tiende a respaldar la posición de China en el tema de la seguridad informática.

Tanto Estados Unidos como China, junto a muchos otros países, son víctimas de la piratería informática. Debido a las desconocidas aguas de la era del internet, estos países deberían sentarse a conversar sobre sus sospechas.

Con buenas intenciones, ellos pueden incluso trabajar en pos del establecimiento de ciertas reglas que ayuden a definir y regular las actividades en internet y mecanismos que puedan solucionar sus diferencias en los momentos de grandes fricciones.

La pelota está ahora en cancha de Washington. Para el gobierno de EEUU lo mejor sería disipar las preocupaciones de los demás países.

 Por Ming Jinwei