BEIJING, 2 jul (Xinhua) — El fortalecimiento de la «línea de las masas» ha demostrado la determinación del Partido Comunista de China (PCCh) de corregir cualquier comportamiento inapropiado que pueda surgir en el camino de su desarrollo.


La «línea de las masas», una directriz introducida por los precursores revolucionarios del PCCh, promueve las relaciones estrechas entre el Partido y las personas que ayudaron al PCCh a llegar al poder nacional.



El PCCh siguió la línea y se fortaleció alineándose con el público durante la Guerra Revolucionaria Agraria (1927-1937), la Guerra de Resistencia Contra la Agresión Japonesa (1937-1945) y la Guerra de Liberación (1945-1949).



El significado de la línea fue retomado nuevamente décadas después de su introducción. Los máximos líderes del PCCh decidieron en abril iniciar la campaña «línea de las masas», de un año de duración, a partir del segundo semestre de este año para consolidar las relaciones entre el Partido y las personas.



Funcionarios del PCCh de nivel distrital para arriba deben reflexionar sobre sus propias prácticas y corregir cualquier mal comportamiento.



Xi Jinping, secretario general del Comité Central del PCCh, dijo en junio que la campaña será una «limpieza completa» de estilos de trabajo indeseables como el formalismo, la burocracia, la laxitud y el despilfarro entre funcionarios.



La campaña comenzó después de una regulación de «ocho puntos» que empezó a promover la dirigencia del PCCh en diciembre de 2012 para prohibir el despilfarro y el formalismo en eventos a los que asistan funcionarios.



Tanto la instrucción de «ocho puntos» como la campaña de la «línea de las masas» constituyen un esfuerzo de la dirigencia del PCCh para eliminar los problemas persistentes entre los funcionarios como la burocracia, la corrupción y el distanciamiento entre el Partido y la gente.



Al inicio de la campaña, la dirigencia del PCCh se ha percatado de que hacer que los funcionarios permanezcan cerca de la gente y perfeccionen su estilo de trabajo es tan importante como «encerrar su poder en una jaula».



También muestra que el Partido primero busca mejorar el estilo de trabajo de sus miembros antes de avanzar para solucionar problemas sociales profundamente arraigados.



No obstante, a diferencia de sus predecesores revolucionarios, la actual dirigencia del PCCh se percatará de que la situación en la que el Partido pondrá en práctica la «línea de las masas» es diferente a la de hace décadas.



Los actuales funcionarios del PCCh deben combatir la tentación del abuso de poder y de los enormes sobornos, en lugar de los soldados enemigos que sus predecesores revolucionarios tuvieron que eliminar hace décadas.



Después de seis décadas en el poder, el PCCh ha elevado a China al lugar que ocupa como la segunda mayor economía mundial. Sin embargo, la creciente prosperidad del país también ha proporcionado a los funcionarios del Partido oportunidades para la corrupción.



Varios funcionarios de alto nivel han estado involucrados en escándalos y corrupción en los años recientes. Entre ellos están Bo Xilai y Liu Zhijun, quienes se desempeñaron, respectivamente, como jefe del PCCh en la municipalidad suroccidental de Chongqing y como ministro de Ferrocarriles, antes de ser expulsados del Partido debido a sus actos de corrupción.



Además, los intereses y valores del pueblo chino son cada vez más diversos. Se han vuelto más francos acerca de sus derechos e intereses legítimos, particularmente en internet.



En tales circunstancias, los funcionarios deben atender eficazmente las quejas de la gente y abordar sus problemas para garantizar la estabilidad y proteger los intereses del público.



Para lograr ese fin, los funcionarios del PCCh primero deben empezar por ellos mismos. Deben «mirarse al espejo y enderezar su atuendo» con el fin de acercarse a la gente.

La «línea de las masas», que es considerada por el PCCh como su «sustento» y «ruta fundamental de trabajo», nunca estará pasada de moda y permanecerá como una ventaja tradicional, sólo si se aplica correctamente.