Con ese gran escenario cronológico de fondo, en el informe de este año se pormenoriza en las claves que determinan el devenir de la agenda china en los órdenes político, ideológico, económico, social, ambiental, derechos humanos, nacionalidades minoritarias, cultural, tecnológico, las relaciones con Taiwán y en materia de política exterior, completadas con una amplia cronología que nos ofrece un fiel retrato de los hechos más candentes que han acaparado la atención, tanto interna como internacional.

Esta octava edición presta especial atención, además, a los cambios operados en las elites territoriales y al impacto de la lucha contra la corrupción en las elites dirigentes, tanto a nivel local como central.

En 2014, China debe iniciar la materialización de las políticas aprobadas en noviembre. Algunas ya han sido implementadas por la Asamblea Popular Nacional, como las modificaciones en materia de planificación familiar, otras van teniendo su reflejo experimental en la Zona Piloto de Libre Comercio de Shanghai, que puede marcar el rumbo para el conjunto del país en los años venideros.

Sea como fuere, 2014 traerá novedades que solo pueden comprenderse a partir de los debates que han tenido lugar en 2013. De ahí la importancia de una aprehensión de sus vectores esenciales, una tarea a la que pretende contribuir este nuevo Informe Anual elaborado por el Observatorio de la Política China.