Por otro lado, el Banco Asiático de Desarrollo (BAD) revisó ayer jueves a la baja su previsión sobre el crecimiento de la economía china, que cifra en un 8,2 por ciento para el año 2012 y un 8,5 por ciento para el 2013, ambas estimaciones por debajo de las pronosticadas en abril.

El BAD vaticinó en abril de este año que el producto interno bruto de China crecería un 8,5 por ciento en 2012 y un 8,7 por ciento en 2013.

La institución asiática dijo que China ha registrado una caída en las exportaciones netas, la producción industrial y la inversión en activos fijos, aunque los gastos gubernamentales en materia de salud, educación y grandes proyectos infraestructurales darían un ímpetu a la economía nacional.

Dado que el país está viviendo una transición hacia un modelo de crecimiento más sostenible, el crecimiento podría desacelerarse más de lo previsto, apunta el informe.

«En este caso, estamos seguros de que no habrá una fuerte caída de la economía china», dijo Robert Wihtol, director general del departamento de Asia Oriental del BAD.

Wihtol añadió que, a pesar de que los riesgos de desaceleración para China se han incrementado a corto plazo, la sólida posición fiscal y el potencial para una mayor expansión monetaria «deberían asegurar un aterrizaje suave para la economía».

«Prevemos que el crecimiento económico de China se moderará en el primer semestre de 2012 y se recuperará a lo largo de la segunda mitad del año, apuntalado por una política monetaria expansiva», añadió el experto.