La destitución fue ordenada luego de que una investigación mostrara que una fábrica de pilas en una comunidad densamente poblada fue responsable de la intoxicación con plomo sufrida por los niños.

Veintiocho de las víctimas fueron hospitalizadas, dijeron hoy las autoridades locales.

Zhao Yiping, director del Buró de Protección Medioambiental del distrito de Huaining, que administra al poblado de Gaohe, donde se intoxicaron los niños, fue destituido de su cargo luego de que los análisis del miércoles y jueves confirmaran que las emisiones excesivas de plomo de la Compañía de Baterías Borui Ltd. contaminaron el suelo cercano, dijo un vocero del gobierno provincial.

Borui incumplió las revisiones medioambientales necesarias y se le ordenó cerrar en agosto de 2010 hasta que mejorara las instalaciones de protección medioambiental. Sin embargo, la compañía reanudó la producción sin notificar al gobierno, dijo el vocero.

En los exámenes médicos realizados a 307 niños en Gaohe, a 228 se les diagnosticó altos niveles de plomo en la sangre.

La cantidad excesiva de plomo en la sangre puede dañar los aparatos digestivo y reproductor y el sistema nervioso, así como causar dolor de estómago, anemia y convulsiones.

El vocero dijo que los niveles de plomo en los 23 niños más gravemente afectados han descendido a niveles normales después de que los médicos ajustaran sus dietas para ayudarlos a expulsar el plomo. A los padres de los menores les preocupaba que los medicamentos prescritos a sus hijos fueran demasiado fuertes.

El reglamento de la autoridad de protección medioambiental de China especifica que no debe construirse ninguna fábrica de pilas en un radio de 500 metros de zonas habitadas.

China ya ha registrado otros casos de intoxicación con plomo ocasionados por fábricas de pilas. En julio del año pasado, a cuatro niños que vivían cerca de una fábrica de baterías en la provincia de Jiangsu, este del país, se les detectó altos niveles de plomo.

Un incidente similar fue reportado en la provincia de Guangdong, sur de China, en diciembre de 2009, donde al menos 25 niños que vivían cerca de una fábrica de pulas presentaron niveles excesivos de plomo en la sangre.