El aumento demográfico, el desarrollo económico y el progreso social adelantarán la época de longevidad humana, trayendo como consecuencia el envejecimiento de la población como patrón predominante. Asia será la región donde coincidirán los mayores incrementos en cuanto a envergadura, cantidad y ritmo de envejecimiento. Las personas de la tercera edad viven principalmente en Asia Oriental, donde Japón lleva la delantera en ese aspecto, además de marchar por delante de otros 192 países y regiones del mundo.


China también ha entrado en la etapa del envejecimiento acelerado de la población. Este proceso llegó más rápido de lo esperado. La mayor parte de los países desarrollados ha entrado a la época del envejecimiento de la población después de que su PIB promedio alcanzó los 10.000 dólares. Sin embargo, cuando China entró en la etapa de sociedad envejecida en 1999, su PIB per cápita se ubicaba por debajo de los 3.000 dólares. La población de avanzada edad china ha sido el grupo social que ha experimentado un mayor aumento. El incremento del 5 al 10 por ciento de la población envejecida duró unos 40 años en los países desarrollados, en contraste con los 18 años en China. Este fenómeno ha causado una influencia negativa sobre el desarrollo socio-económico del país. Según se pronostica, “la época dorada la demografía china”, considerada beneficiosa para el desarrollo económico por la abundancia de mano de obra barata, finalizará hacia 2033. En consecuencia, el país se ve obligado a enfrentar los 20 años venideros, durante los cuales la tasa de dependencia total y la de la población envejecida pasarán del 60 al 70 por ciento, y del 40 al 50 por ciento, respectivamente.



China debe tomar como referencia las experiencias de Japón y otros países desarrollados, así como las de Singapur y Corea del Sur y otros países emergentes, donde se ha producido un rápido envejecimiento de la población sin que ello significara lastre para el desarrollo socio-económico. A ese tenor, China debe adoptar activas medidas de coordinación para neutralizar la influencia negativa del fenómeno y mantener sostenible el desarrollo socio-económico. Se impone adoptar medidas políticas a largo plazo, en coordinación con el desarrollo socio-económico, para resolver los problemas causados por el evejecimiento poblacional, fenómeno que adquiere particular relieve en tiempos en que merman las posibilidades de empleo total y el sistema de seguridad social evidencia sus imperfecciones. Es imperativo asimismo resolver el problema en consideración general de los factores humano, socio-económico, energético y medioambiental y coordinar los diversos sistemas sociales para que desempeñen su papel conjunta y plenamente.



China ha elaborado la ley que garantiza los legítimos derechos de los ancianos, así como el tercer plan quiquenal para la promoción de su bienestar.



El Gobierno chino presta importancia al establecimiento del sistema de garantía de subsistencia y servicio médico del adulto mayor. También promoverá el establecimiento de sistemas de servicios a domicilio y comunitarios, para que los ancianos vivan una vejez feliz en su propia casa, en busca de propiciar soluciones propias.



De acuerdo con el 12º Plan Quinquenal, propuesto por el Comité Central del Partido Comunista de China, se promoverá la reforma del sistema de seguros de vejez y se concederá la pensión de jubilación de manera nacional y unitaria. Se desarrollarán además instituciones de servicio para los ancianos en una manera coordinada, con el fin de agregar 3,42 millones de camas a la actual disponibilidad hospitalaria. Las instituciones de sanidad de nivel básico prestarán servicios a todos los ancianos mayores de 65 años. Se fortalecerá la gestión del bienestar social de la tercera edad y se instaurarán comités a cargo de la labor de servicio para ancianos en todo el país.



De tal modo, el país dispondrá de las condiciones idóneas para que las personas de tercera edad queden incluidas en el desarrollo social, alentándoles a incorporarse a las actividades sociales.



(El autor del artículo, Ye Xiaowen, es comentarista del Diario del Pueblo y primer subdirector del Instituto Central del Socialismo)