Donantes chinos «hacen la cruz» a su Cruz Roja

In Noticias, Sociedad by PSTBS12378sxedeOPCH

La sociedad de la Cruz Roja de China (SCRCh) pugna hoy por encontrar donantes, que parecen haberle retirado el favor a consecuencia de los recientes escándalos en que se ha sumido la entidad.


Según el Dairio de Nanfang, solamente 11 donantes entregaron 5.035 yuanes (US$782) a la oficina de Shenzhen en julio, lo que representa una baja del 90 por ciento.


En abril, apareció en línea una copia de la factura que un departamento de la filial de la Cruz Roja en Shanghai había pagado por una comida, por un monto de 9.859 yuanes (US$1,525).



Poco después, la chica de 20 años de edad Guo Meimei se identificó en su microblog como directora general de la Cámara de Comercio de la Cruz Roja, mostrando fotos en las que alardeaba de su abundancia material.



Más adelante se sumó la declaración del interventor del Estado, según la cual la agencia humanitaria tenía cinco discrepancias en su presupuesto el año pasado.



Todos estos acontecimientos han desatado la cólera y la desconfianza públicas, que han provocado que se acuse de inútil y corrupta a la entidad

El daño que ha sufrido ha forzado a la SCRCh a ser más abierta. El 31 de julio respondió con una base de datos en línea, supuestamente para demostrar una mayor transparencia. Éste es un paso que debió dar antes.

Hoy la agencia tiene muchas preguntas que deberá contestar si desea recuperar su credibilidad.



En estos últimos años, ha habido numerosas quejas sobre irregularidades de la organización, pero sus directivos se las arreglaron hasta ahora para hacer caso omiso del clamor popular. Hoy el resultado es una SCRCh sumida en el descrédito total.



Si se hubiese ocupado de ganarse el favor del público, todavía estaría recibiendo sus donaciones.



Cuando la gente deja de ofrecer donaciones a una organización caritativa, ello significa que no le tiene ninguna confianza.



Se supone que tales organizaciones ofrezcan una red de seguridad y una esperanza de futuro a los necesitados. El público le dona su dinero ganado con tanto esfuerzo y su valioso tiempo bajo la premisa de que la organización apoye el mejoramiento en la existencia de algún semejante.



La desconfianza y la cólera actuales se podían haber evitado, o al menos atemperado, con la adhesión a tiempo a un riguroso código de ética. (Pueblo en Línea)




05/08/2011