El ansia de beneficios amenaza el patrimonio histórico

In Noticias, Sociedad by PSTBS12378sxedeOPCH

“El patrimonio cultural de todos ha sido secuestrado por la clase privilegiada; es una muestra de que la sociedad busca beneficios rápidos y un signo de degradación moral”, según Liang Baiquan, exdirector del Museo...


(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – La forma en que China trata su patrimonio histórico está siendo puesta en cuestión tras las denuncias sobre uso indebido de algunos lugares de gran valor cultural e histórico.

Varios medios informaron sobre la existencia de un exclusivo club para millonarios dentro de la Sala Jianfu de la Ciudad Prohibida de Pekín, una noticia que causó indignación. Para formar parte del club, se requería una cuota de un millón de yuanes (154 mil dólares).

Sin embargo, el mal uso de los bienes culturales chinos no se acaba en este caso. La antigua residencia de Soong May-ling, esposa de Chiang Kai-shek, líder del Kuomintang, en Nanjing, que estaba listada como lugar de interés histórico y cultural bajo protección estatal en 2001, se ha convertido en un restaurante de lujo que alberga banquetes de boda para las élites.

Las denuncias han causado un amplio debate sobre el uso del patrimonio histórico del país para fines de lucro privado. “Es innegable que el sistema actual de protección del patrimonio histórico tiene muchas lagunas”, afirma Gao Guoxi, profesor del departamento de ciencias sociales de la Universidad Fudan de Shanghái.

Según gao, no es raro ver en China edificios y lugares históricos explotados en pos de las ganancias comerciales; muchos individuos y organizaciones intentan llenarse los bolsillos con ello.

Sin embargo, la sed de terrenos para desarrollo de proyectos parece plantear un peligo aún mayor para la preservación de los bienes culturales e históricos del país. En la ciudad de Hangzhou, en la provincia de Zhejiang, se iniciaron construcciones en una zona que alberga restos de la ciudad imperial de la dinastía Song del Sur (1127-1279) y las obras continuaron durante más de año a pesar de que no cuentan con permiso.

La zona estaba protegida a nivel estatal desde 2001 y estaba incluida en el XI Plan Quinquenal como uno de los bienes históricos más importantes.

Según Liang Baiquan, exdirector del Museo de Nanjing, estos caso muestran un declive moral. “El patrimonio cultural de todos ha sido secuestrado por la clase privilegiada; es una muestra de que la sociedad busca beneficios rápidos y un signo de degradación moral”.

Según la normativa china sobre preservación del patrimonio histórico, las empresas constructoras deben llevar a cabo prospecciones e investigaciones de los lugares de construcción para asegurar que no están bajo protección estatal antes de iniciar las obras. Sin embargo, esta legislación no suele respetarse y su aplicación es a menudo inexistente.

Un estudio sobre construcciones en Pekín muestra que entre 4.191 proyectos concluidos en 2007 y 2008, sólo 2,3 por ciento siguieron las normas de la ciudad sobre conservación del patrimonio. El estudio fue realizado por la Conferencia Consultiva Política Popular de la capital china.

An Jiayao, investigador del Instituto de Arqueología de la Academia de Ciencias Sociales de China, afirmó que aunque que China había potenciado la protección de su patrimonio cultural, la falta de comprensión sobre el valor verdadero de ese patrimonio había desembocado en una pobre aplicación de las regulaciones.

Gao opina que China necesita aplicar la legislación de forma más dura y castigar a los infractores si quiere evitar daños mayores a su patrimonio histórico.