El periodismo en la trampa de los intereses creados

In Noticias, Sociedad by PSTBS12378sxedeOPCH

El periodismo en China carece de rigor científico. Quizás hasta sea seudocientífico. Los reporteros son como aquellos ciegos del cuento indio, que describieron la totalidad del elefante según la parte que lograron tocar del mismo. (Por Li Xiguang, profesor de Periodismo del Centro para las Comunicaciones Internacionales de la Universidad Tsinghua).


Dada la actual división de China en grupos de intereses que luchan por el poder político, los medios informativos han devenido un arma de propaganda que sirve a diversos campos de manera indistinta. Estos medios se apoyan en las “fuentes confiables” de sus respectivos campos a la hora de informar. Por ejemplo, a la prensa le encantan las historias de víctimas. Pero en la mayoría de las informaciones se da por sentado que la víctima deberá pertenecer a nuestro campo de interés, no al de nuestros enemigos.

Son muchos los periodistas chinos que se arrogan el papel de juez de la verdad, pues la búsqueda de la verdad siempre será una consigna atractiva, tanto para los reporteros como para los profesores de periodismo.







Pero, ¿quién le otorga a la prensa el derecho a actuar como árbitro? ¿Acaso están dotados los periodistas de la capacidad científica para juzgar la verdad o informar sobre un tema con absoluta veracidad?







Cuando los profesionales de la prensa cubren un acontecimiento en la China actual, los mismos están sometidos a la presión de su público, de los anunciantes, de los inversionistas y de sus jefes políticos. No hay manera de escapar a estos mecanismos de control.







Muchos medios informativos chinos se las dan de neutrales, pero lo cierto es que su información objetiva peca de equilibrio y neutralidad precarios.







Si Ud. ve algunos programas de discusión en TV, notará cómo los anfitriones invitan a sus enemigos imaginarios a sus programas y los exponen al ridículo por parte del público, como forma de conseguir un efecto dramático.







El buen periodismo supone otorgar igual espacio de transmisión, o en la prensa escrita, a lo que informa la otra parte, de modo que el público pueda conocer qué dicen y piensan sus oponentes.







Pero en el periodismo chino nadie sobrevive en la neutralidad. Los editores chinos saben perfectamente bien que ser objetivo equivale a cometer suicidio a la hora de informar, porque todos los medios, ya sea la CCTV, la TV Fénix o Southern Weekend, deberán plegarse a las exigencias de sus públicos y sus patrocinadores financieros y políticos, que impondrán sus puntos de vista a la información.







En una sociedad informada, el público tiene el derecho a saber quién se ampara detrás de los medios informativos para crear y difundir rumores, y a quiénes beneficia la manipulación de la ira del público. Sin embargo, en la China actual se operan los medios como si fueran una entidad mafiosa y nadie se entera de qué hay detrás de todo eso. En China, no hay transparencia informativa.(Pueblo en Línea)








17/05/2011