La seguridad alimentaria, en el punto de mira

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La desarticulación de una red que cubría la producción, distribución y venta de aceite residual reciclado –aceite de cocinar usado y desechado en los desagües de los restaurantes, posteriormente procesado y reconvertido en aceite alimentario- ha vuelto a...


(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – La policía china detuvo ayer a 32 individuos acusados de producir y vender aceite para cocinar extraído de tuberías, según anunció ayer el Ministerio de Seguridad Pública de China.

Una red que cubría la producción, distribución y venta de aceite residual reciclado –aceite de cocinar usado y desechado en los desagües de los restaurantes que es posteriormente procesado y reconvertido en aceite alimentario- operaba en 14 provincias, incluyendo Zhejiang, Shandong y Henan, según indicó el Ministerio en su web.

Seis factorías clandestinas, incluyendo una que decía convertir el aceite de cocina en fuel, fueron clausuradas y más de cien toneladas de aceite residual fueron confiscadas, según la policía.

El aceite reciclado puede contener sustancias carcinógenas y restos de aflatoxinas, una sustancia potencialmente mortal.

“No sólo hemos destruido una red criminal que convertía ilegalmente el aceite de los desagües en aceite comestible; también hemos revelado la codicia de los criminales y dejado al descubierto las acciones inmorales de aquellos que producen aceites comestibles venenosos y dañinos”, afirma el Ministerio en su comunicado, en el que no se especifica qué cargos pesarán sobre los 32 detenidos.

Las autoridades lanzaron una campaña contra estas redes desde el descubrimiento de esta práctica hace cuatro meses en Zhejiang, donde se recolectaba el aceite usado, se procesaba y se vendía en Shandong a precios entre 5.000 (781 dólares) y 6.000 yuanes por tonelada.

El aceite era vendido a mercados mayoristas, como uno de Henan donde Yuan Yi, que regenta una tienda allí, lo vendía con unas ganancias de 500 yuanes por tonelada, o bien lo envasaba con etiquetas falsas de marcas famosas. “No creí que tendría consecuencias tan graves”, afirma Yuan.

Vacío legal

En ciudades como Shanghái, existen pruebas para identificar si un restaurante local utiliza aceite residual reciclado, pero los resultados de dichos tests no tienen ninguna consecuencia legal, según Yan Zuqiang, director de la Oficina de Seguridad Alimentaria de Shanghái.

Yan explica que en China no existe un estándar de tests para el aceite reciclado y no deja claros qué tipos deben ser sometidos a pruebas. No obstante, afirma que pronto se implantará un estándar, quizá antes de final de año.

La última campaña por la seguridad alimentaria en la urbe shanghainesa puso al descubierto más de 20 talleres clandestinos y 4.300 negocios sin licencia con 4.800 kilogramos de comida de baja calidad que fueron destruidos. La campaña se concentró en la producción de aceite reciclado, sal y vino falsificados.

China lucha contra los ataques a la salud pública y las violaciones contra la seguridad alimentaria en el enorme y desregulado sector de la alimentación del país, a pesar de los severos castigos y los reiterados compromisos para atacar esta lacra.

Desde julio, los tribunales chinos han sentenciado a al menos una docena de personas a penas de cárcel, incluyendo una condena a muerte conmutada, por su responsabilidad en la producción o en la venta de carne de cerdo contaminada con químicos tóxicos.

El año pasado, el Consejo de Estado afirmó que los negocios que utilicen aceite reciclado serán obligados a cerrar temporalmente o perderán sus licencias de apertura, y que los vendedores de estos aceites podrían ser criminalmente perseguidos.