Atracción fatal

In Análisis, Taiwán by PSTBS12378sxedeOPCH

Solución y problema a la vez, la relación con el continente vuelve a tensar el escenario político taiwanés. En las próximas semanas debe firmarse el Acuerdo Marco para la Cooperación Económica entre China continental y Taiwán, defendido por el KMT como paso indispensable no solo para avanzar en palabras mayores en las negociaciones con Beijing sino para evitar la marginación de los procesos de integración en la región (económicos y políticos) y, en especial, para poder suscribir TLCs con sus principales socios comerciales. 

La dinámica promovida por el presidente Ma Ying-jeou desde el inicio de su mandato (2008) ha acercado a Taipei y Beijing, tanto en lo económico como en otros órdenes, a una velocidad de vértigo, a la espera de que puedan abordarse los asuntos de mayor trascendencia, incluido el anhelado acuerdo de paz. 

No obstante, esa misma dinámica está abriendo un foso insalvable con la oposición. El PDP considera que la atracción ejercida por el continente y secundada sin matices por el gobierno del KMT constituye una fatalidad ya que diluye la soberanía de Taiwán, hace peligrar el statu quo y tendrá consecuencias en el plano estratégico regional, reafirmando el liderazgo chino en Asia-Pacífico.  

Aún así, el impacto del acercamiento es tan fuerte que ni el PDP se libra de las tensiones internas entre quienes, tomando buena nota de ello, insisten en perseverar en sus señas de identidad soberanista y aquellos otros que alientan un pragmatismo flexible reivindicando la apertura de algún tipo de diálogo con Beijing (quizás a través de expertos u ONGs afines) para evitar tanto su marginación como la exclusividad del KMT como interlocutor frente al continente.  

El acelerón que el KMT ha dado a las relaciones con China continental, hasta ahora insuficientemente explicado a una ciudadanía cada vez más desconfiada respecto a las cláusulas del entendimiento labrado con el PCCh a partir del 2005, le está pasando también factura política. Así ha sido en las elecciones municipales y legislativas parciales celebradas en noviembre de 2009 y enero de 2010, en las que el PDP ha logrado recuperarse del estado de postración en que le había sumido la condena a  cadena perpetua por corrupción del expresidente Chen Shui-bian. Los nuevos comicios locales parciales previstos para el 27 de noviembre serán un test clave para imaginar las posibilidades de una victoria de Ma y el KMT en las decisivas  presidenciales de 2012. 

Mientras tanto, el gobierno continental apura el paso multiplicando las visitas a la isla de grandes delegaciones institucionales y de compras con las que pretende vencer las resistencias y seducir a una ciudadanía que teme las consecuencias en su bienestar de una invasión en toda regla (de capitales, personas y mercancías) llegada del otro lado del Estrecho. Ma promete evitarla a toda costa en una dificil negociación en la cual, paradójicamente, las críticas de la oposición constituyen su mejor baza frente a Beijing.