Chinos por igual Xulio Ríos es director del Observatorio de la Política China

In Análisis, Taiwán by Xulio Ríos

La decisión unilateral continental de abrir nuevos corredores aéreos en el Estrecho de Taiwán ha abierto una enésima crisis con las autoridades de la isla. Beijing se ampara en la necesidad de descongestionar el tráfico y Taipéi le recuerda el acuerdo suscrito en 2015 por el cual todo cambio debe ser objeto de consulta entre ambas partes. Frente al carácter “rutinario” que Beijing otorga a la decisión, Taipéi amenaza con cancelar temporalmente los vuelos de refuerzo para la Fiesta de la Primavera.

En realidad, todo parece indicar que la decisión continental responde a un nuevo giro en la estrategia china para la reunificación: la expansión de una soberanía de facto sobre Taiwán. No necesita negociar con nadie.

Es verdad que la política tradicional de atracción subsiste. El año pasado, por ejemplo, se crearon dos zonas de cooperación industrial a través del Estrecho, que incluyen seis parques industriales, en Guangxi y Sichuan. Y, pese a los problemas que la lucha contra la contaminación impone a las industrias de los empresarios de la isla, se anticipan más facilidades para los taiwaneses. Igualmente, a pesar de la Nueva Política hacia el Sur, el volumen comercial bilateral alcanzó un récord de casi 199.400 millones de dólares en 2017, lo que representa un aumento del 11,3 por ciento en relación al año anterior.

Pero en paralelo, China avanza decidida por la senda de la equiparación de facto entre continentales y taiwaneses y esa política se va a intensificar. De hecho, las autoridades ya anunciaron que adoptarán más medidas para asegurar a los taiwaneses el mismo trato que a los locales en el acceso a la educación, la creación de empresas, el empleo o la residencia.

Y no se trata solo de crear oportunidades en el continente para los grandes empresarios, práctica habitual durante la luna de miel con el KMT, sino de avanzar medidas de atracción hacia municipios, jóvenes y estudiantes, cónyuges chinos de taiwaneses, comunidades aborígenes, militares veteranos, campesinos y marineros, profesionales, colectivos laborales y, naturalmente, partidos y grupos pro-continentales asentados en Taiwán, profundizando progresivamente en la no diferenciación entre taiwaneses y continentales.

Se constata igualmente cuando en el caso de Lee Ming-che comprobamos que la sentencia de cinco años de prisión por intentar “subvertir el poder del Estado” se basó en la realización de actividades fuera del territorio continental. Y también al imponer la privación de sus derechos políticos por espacio de 2 años. Lee Ming-che no fue tratado como un “residente extraterritorial”, como acontece con los ciudadanos de Hong Kong y Macao, sino como un “continental” más.

La presión ejercida en las detenciones por fraude telefónico de taiwaneses llevadas a cabo en varios países para asegurar su repatriación a China continental, confirmaría por la vía de facto que el pueblo taiwanés está supeditado a su jurisdicción.

La evolución reciente de la presencia de Taiwán en la red informativa continental manifiesta igualmente ese carácter.

Y a ello hay que sumar la creciente presión militar, con multiplicación de los vuelos en las inmediaciones de la isla que, con seguridad, irán a más.

De lo que se trata es de trascender al gobierno de Tsai Ing-wen, evidenciando ante la opinión pública su impotencia para contrariar las decisiones de Beijing y cómo su negativa a suscribir el Consenso de 1992 no garantiza la preservación del statu quo; por el contrario, China continental está asegurando por la vía de facto la vigencia del principio de “Una China, una interpretación”, en su día promovido por la ex presidenta del KMT, Hung Hsiu-chu.

El 24 de noviembre habrá elecciones locales en Taiwán. Nos espera un año intenso. Beijing jugará todas las cartas para erosionar el poder del PDP y despejar el horizonte de cara a las elecciones legislativas y presidenciales de 2020. El PDP, apoyándose en su inédita mayoría absoluta, parece asumir el envite castigando internamente a su principal aliado, laminando las capacidades y poderes del KMT.