El mid-term de Ma Ying-jeou

In Análisis, Taiwán by PSTBS12378sxedeOPCH

Las elecciones municipales parciales que tendrán lugar en Taiwán el próximo 27 de noviembre constituyen un auténtico plebiscito para el presidente Ma Ying-jeou y su partido, el KMT.  El propio secretario general de dicha formación, King Pu Tsung, ha señalado que de no conseguir, al menos, tres de las cinco alcaldías en disputa (Taipei, Kaohsiung, Tainan, Taichung y Xinbei), sería un fracaso, anticipando su segura dimisión en dicho supuesto.

El KMT controla actualmente la capital, Taipei, así como el condado de Taipei, que se transformará en municipalidad especial después de las elecciones (pasando a llamarse Xinbei), así como la ciudad y el condado de Taichung, que se fusionarán en una sola municipalidad.

Todos los observadores coinciden en señalar estos comicios como un claro anticipo de las elecciones presidenciales de 2012. El secretario general del KMT ha cargado sobre sus hombros toda la responsabilidad por los resultados, llegando a excluir expresamente a la Presidencia de la campaña, pero a nadie escapa que un mal balance afectaría al propio Ma y su estrategia. Otro tanto podría decirse de su inmediato rival, la líder del PDP, Tsai Ing-wen, quien compite por la alcaldía de Xinbei (el PDP controla Kaohsiung y Tainan). Un fracaso en Xinbei podría tener consecuencias en el liderazgo de Tsai.

Demarcación              KMT                           PDP                            Independientes

Taipei                         Hau Lung-bin            Su Tseng-chang

Xinbei                         Eric Liluan Chu          Tsai Ing-wen  

Taichung                     Jason Hu                       Su Jua-chyuan

Kaohsiung                   Huang Chao-shun     Chen Chu                            Yang Chiu-hsing

Tainan                        Kuo Tien-tsai            Lai Ching-Te 

La conciencia de ambas fuerzas respecto a lo mucho que está en juego y el propio peso político de los candidatos en liza confieren una especial transcendencia a estas elecciones, que también serán seguidas con especial interés desde el otro lado del Estrecho.

Ma confía en poder capitalizar ahora algunos de los ejes más controvertidos de su gestión en relación al continente, en especial, la firma del Acuerdo Marco de Cooperación Económica (AMCE), que ha combinado en los últimos meses con una exhibición de “dignidad nacional” frente a Beijing (separando nítidamente las cuestiones económicas de aquellas otras de raíz más política, como la seguridad o el espacio internacional), con el claro objeto de desautorizar las acusaciones de quienes le imputan una actitud de “sumisión” frente al continente.

Un buen resultado permitirá a Ma afrontar con cierta holgura lo que le resta de mandato, consolidando también su posición al frente del KMT. A mayores, una derrota de su inmediata rival, Tsai Ing-wen, podría sumir al PDP en una crisis de liderazgo que se sumaría a las dudas que abriga su proyecto en materia de relaciones con el continente, sometidas a revisión.

Cabe recordar que en las elecciones municipales parciales llevadas a cabo en diciembre de 2009, si bien el KMT no registró grandes pérdidas, el PDP se alzó con la victoria “moral”. El KMT cedió entonces dos alcaldías de las 14 que controlaba, una de ellas (Hualien) a causa de la división en sus propias filas, y la otra, Ilan, a favor del PDP, quien recuperaba uno de sus feudos tradicionales.

Tras la firma del AMCE en junio y con el balance de unos índices económicos moderadamente optimistas frente a la crisis, el KMT confía en obtener un buen resultado. Pero nada es menos seguro. Tanto es así que el propio Ma, en esta ocasión, a diferencia de las elecciones de 2009, ha evitado involucrarse muy directamente en la campaña.