La era post-Ma

In Análisis, Taiwán by PSTBS12378sxedeOPCH

Los resultados de las elecciones locales del 29 de Noviembre ofrecen pocas dudas de interpretación. El KMT perdió las alcaldías de la capital Taipei, así como de la Ciudad de Taichung y de Taoyuan, manteniéndose en la Ciudad de Nueva Taipei, donde su candidato, Eric Chu, si bien ganó, también sufrió y en el aire queda su candidatura a liderar el KMT en 2016. Igualmente perdió Keelung, Changhua, Chiayi, Kinmen, Penglu y Hsinchu. De las seis principales ciudades, el KMT solo ha podido ganar en una, conservando el poder en los condados de Miaoli, Nantou, Taitung y Lienchiang.

El PDP ganó las alcaldías de Taichung y Taoyuan, y retuvo el poder en Tainan y Kaohsiung. El candidato que apoyaba en la capital, Koo Wen-je, quien llegó a ser acusado de lavado de dinero y extracción ilegal de órganos, entre otros, venció a su rival del KMT, Sean Lien, quien nunca logró desembarazarse de su imagen de “hijo bonito de un alto funcionario rico y poderoso”.  

La gravísima derrota del KMT supone un gran descalabro para el presidente Ma quien se implicó directamente en la campaña, especialmente en las últimas jornadas. Su partido solo obtuvo 6 de las 22 alcaldías y magistraturas, perdiendo un total de nueve de las detentadas previamente. El primer ministro Jiang Yi-huah presentó su dimisión, al igual que el secretario general del KMT, Tseng Yung-chuan. En su alocución de valoración de los comicios, el presidente Ma no habló acerca de su renuncia como presidente del KMT, pero podría llegar pronto pese al compromiso de centrarse en lo inmediato en más reformas para responder a la insatisfacción de la ciudadanía con su gobierno.

Los resultados son una clara señal de que los votantes están descontentos con el gobierno y una bofetada en plena cara para Ma Ying-jeou, abriendo paso a la era post-Ma. Cierto que las elecciones locales no involucran al gobierno central, y se vinculan con las políticas y tácticas de los candidatos locales. Sin embargo, el desempeño de la administración de Ma determina el entorno político y ese ambiente, sin duda, ayudó al campo pan-verde para aumentar en gran medida el número de votos y las zonas bajo su control. La inmediata dimisión del primer ministro Jiang Yi-huah así lo viene a demostrar.

Si los análisis previos vaticinaban una dura pugna en las principales ciudades, la presunta inatacabilidad de las posiciones del KMT en el norte y centro del país se ha desmoronado. El PDP no solo ha mantenido su prevalencia en el sur sino que ha ganado terreno en el centro y norte de la isla, propiciando una autentica inflexión en el mapa político-electoral del país.

Si interpretamos estos comicios como un examen midterm, los resultados hacen menos difícil la predicción de quien podría ser el ganador de las elecciones presidenciales de 2016.

En cuanto a la lectura desde Beijing, en los días previos, quizá temiéndose el resultado, la Oficina de Asuntos de Taiwan del Consejo de Estado negaba que su titular, Zhang Zhijun, hubiera realizado algún comentario particular respecto a Ko Wen-je, ahora elegido alcalde de Taipei con el apoyo de PDP y UST, a quien habría sugerido que debería reconocer el Consenso de 1992. Ko, el nuevo alcalde de Taipei, ha visitado el continente en 18 ocasiones y prometió que mantendría el foro abierto con Shanghai, que funciona desde 2010.

Cabe esperar que la próxima visita de Chen Deming, presidente de la ARATS, prevista para los próximos días e inicialmente centrada en la agricultura y otras cuestiones prácticas, sirva también para evaluar estos datos y sus consecuencias. ¿Serán estos resultados un obstáculo para que avancen las relaciones a través del Estrecho? De seguro, no las hará más fáciles.