La primera gira al exterior de Tsai Ing-wen

In Análisis, Taiwán by PSTBS12378sxedeOPCH

El primer viaje al exterior de la presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen le llevará la semana próxima a Panamá y Paraguay. Se trata de un periplo circunstancial que en gran medida deviene de la invitación a la inauguración de la ampliación del Canal de Panamá, donde opera la naviera taiwanesa Evergreen. Panamá es uno de sus once aliados en Centroamérica (todos menos Costa Rica desde 2007). Paraguay es el único aliado en Sudamérica. Tsai cumplirá apenas su primer mes en el cargo el próximo 20 de junio.

La confirmación de su viaje y el anuncio de escalas en Miami y Los Ángeles motivaron una primera reacción de advertencia continental. En los viajes de Ma Ying-jeou se había vuelto usual la sordina a esta retórica en virtud de la tregua diplomática. Beijing, con un gobierno soberanista en Taipei, teme ahora un resurgimiento de las escalas de alto perfil de Chen Shui-bian (2000-2008) y opta por poner el parche antes de la herida. La reacción china advierte también de la fragilidad de aquella tregua, supeditada a la aceptación común del Consenso de 1992 (una China, dos interpretaciones). Tras la reanudación de relaciones diplomáticas con Gambia el pasado marzo o la controversia que rodeó la participación de Taiwan en la Asamblea Mundial de la Salud, esta actitud continental sugiere que las espadas están en alto y que el parón en las relaciones bilaterales está afectando a este ámbito, el de la diplomacia, en el que se había logrado un claro entendimiento.

Si bien durante un tiempo los medios taiwaneses especularon con la posibilidad de un encuentro de la presidenta en Panamá con altos responsables continentales (incluso con Xi Jinping), nada se espera. El presidente chino difícilmente podría contemplar un viaje a un país con el que no mantiene relaciones diplomáticas. Por otra parte, la representación de China en el evento será de bajo rango, a través de un funcionario de la división de inversión en el exterior del Ministerio de Comercio y Cooperación Económica. China continental supera ya a Taiwan en el intercambio comercial con Panamá y es uno de los mayores usuarios del Canal en  cuya gestión cuenta con importante presencia. Un barco de la naviera Cosco será el que inaugure la ampliación. En enero de 2004, Panamá y Taiwan suscribieron un TLC.

En los últimos días, tras la celebración de diferentes foros bilaterales ya programados, toma cuerpo la idea de que el continente privilegiará las relaciones con el KMT en tanto en cuanto Taipei no suscriba el Consenso de 1992. La ausencia de contactos directos entre el Consejo de Asuntos de China continental y la Oficina de Asuntos de Taiwan, augura un papel sustancial del departamento correspondiente del KMT, en detrimento de entidades como la oficial SEF. Es muy posible que en el segundo semestre de este año, la nueva líder del KMT, Hung Hsiu-Chu, sea recibida por Xi Jinping. Las recomendaciones internas, sugeridas por algunos sectores tras la debacle electoral, de suspender los foros PCCh-KMT no han tenido recorrido alguno.

La situación es otra en el PDP. Diversos movimientos internos sugieren un replanteamiento del discurso independentista a favor del statu quo. Se justifica en la necesidad de acomodar el discurso partidario y el de la presidenta. Sería un gesto importante y podría calmar la ansiedad continental que teme un retorno al escenario del mandato de Chen. En tanto no se aclare esta cuestión, la gestión política a través del Estrecho guardará similitud con el periodo 2005-2008, con el KMT como principal referente de la política continental en Taiwan.

Las muestras de flexibilidad del PDP, aunque abundan en su ambigüedad, indican que la política de Tsai será mucho más prudente que la aplicada por Chen Shui-bian. Aún así, está por ver que sea del agrado de una China que sigue desconfiando de sus verdaderas intenciones y lo apostará todo a la recuperación del poder por parte del KMT.