Los «tres días de reclusión» de Hung Hsiu-chu

In Análisis, Taiwán by PSTBS12378sxedeOPCH

Hung Hsiu-chu, la candidata del KMT (Kuomintang) en las próximas elecciones presidenciales taiwanesas (16 de enero), hizo un alto en el camino para repensar su estrategia electoral. La suspensión temporal de las actividades de campaña provocó un nuevo aluvión de especulaciones sobre su posible retirada de la carrera que fueron desmentidas taxativamente. En medio, más especulaciones de un presunto motín en su grupo parlamentario para provocar la caída del gobierno del presidente Ma con vistas a forzar un adelanto electoral en noviembre, deslindando legislativas y presidenciales. En suma, en opinión de algunos, solo para evitar que las pésimas expectativas presidenciales de Hung afecten en demasía a las ambiciones legislativas de otros.

La pérdida de impulso y el resquebrajamiento de la unidad interna del KMT obligaron a algunos pesos pesados del partido (desde su presidente Eric Chu al presidente del Legislativo Wang Jin-pyng o el vicepresidente Wu Den-yih) a mostrarle pública y reiteradamente su apoyo. Pero no parece suficiente ni del todo creíble.

Las negativas perspectivas electorales del KMT están produciendo un singular agrietamiento en sus filas. Pese a dichas declaraciones formales, el escepticismo y cierta atmosfera “derrotista” persisten en el entorno azul. Incluso los grupos empresariales taiwaneses con presencia en el continente toman distancias y disminuyen su apoyo.

Hung no es una candidata convencional y algunos de sus posicionamientos políticos en asuntos clave se distancian de la propia posición de su formación. Ya hablemos de las relaciones a través del Estrecho o de las relaciones exteriores (con EEUU) pero también en asuntos domésticos (como el futuro de la energía nuclear) adelanta posiciones propias. Todo ello sugiere en su entorno un ambiente de incomprensión e inadaptación a las tendencias que parecen predominar en la opinión pública pero también en un partido habituado a hacer equilibrios en torno a lo considerado políticamente correcto.

El pasado agosto, en varias ocasiones, fuentes del KMT han tenido que desmentir una y otra vez el reemplazo de Hung por el presidente del partido, Eric Chu. Para el KMT, la posibilidad de dejar caer a la candidata elegida en el congreso del 19 de julio se antoja una posibilidad remota que desbarataría la legitimidad de las primarias y también la de su hipotético sucesor.

La secuencia de rumores sobre conspiraciones secretas para propiciar su abandono remonta su origen a la consideración de su postulación en las primarias internas como una mera táctica para empujar a otros líderes del partido -que hasta entonces fingían estar desinteresados- a batallar por la nominación. Su victoria interna le brindó una oportunidad de oro que afronta con gran determinación, pero esa irrupción de una “extraña” en la cúspide oligárquica del KMT aumentó el nerviosismo de los barones ante la hipótesis de que las encuestas se confirmen y supongan la entrega al PDP no solo de la presidencia sino también de la mayoría absoluta en el Yuan legislativo. Algunos vaticinios otorgan a los verdes liderados por el PDP (Partido Democrático Progresista) una mayoría de 57 escaños de un total de 113 frente a 40 del KMT. Con este panorama, incluso en su base del Norte (Centro y Sur de la isla son considerados bastiones tradicionales del PDP), las bajas expectativas del KMT llevan a no pocos significados militantes a abandonar el barco.

Quienes acusan de “egoísmo” a Hung por aferrarse a su nominación aun a sabiendas de que no le soplan vientos favorables, ignoran deliberadamente que ni siquiera un cambio de candidato permitiría impulsar las expectativas electorales del KMT dadas las negativas valoraciones de su gestión en el periodo iniciado en 2008.

Sea como fuere, esta campaña de cuestionamiento tiene raíces internas y de ella participan aquellos que pretenden erradicar cualquier posibilidad de “sorpresa” en la conducción del KMT, hasta el punto de que la derrota de Hung, y consiguientemente su muerte política, podría llegar a ser un mal menor.

Hung abrió una importante grieta en el KMT que activó sus luchas intestinas. Tras su breve retiro, anunció la vuelta a la senda oficial. Puede que así el KMT supere sus  incongruencias y pase página de los enfrentamientos entre el equipo de Hung y la sede del partido. De lo contrario, el horizonte inmediato se antoja tan desalentador como convulso..