ESTRASBURGO, Francia, 12 mar (Xinhua) -- Por segundo año consecutivo, el Parlamento Europeo aprobó una resolución sobre el Tíbet, una región autónoma de China.
Algunos parlamentarios europeos, al manifestar de nuevo su apoyo al Dalai Lama y a sus seguidores, demostraron su amnesia sobre la Edad de las Tinieblas de la Europa medieval, al mismo tiempo que mostraron claramente su ambición de intervenir flagrantemente en los asuntos internos de China.
Es bastante absurdo que los parlamentarios que están en contra de China apoyen a un ex gobernante tibetano exiliado y a su camarilla, quienes, de acuerdo con las historias escritas por expertos occidentales, impusieron una servidumbre feudal.
Ese gobernante y su camarilla, escribieron los expertos, violaron los derechos humanos de tal manera que hicieron recordar a la gente lo que se vivió en la Europa medieval, cuando los señores feudales abusaban de su poder y explotaban, torturaban e incluso ejecutaban sin compasión a la gente común.
La servidumbre feudal en el Tíbet realmente provocó un «sufrimiento y destrucción inauditos» a los siervos y esclavos que constituían 90 por ciento de la población en esa época.
El Tíbet gobernado por la camarilla del Dalai Lama era efectivamente «el infierno en la tierra» como observó Charles Bell, quien vivió en Lhasa como representante comercial británico en la década de los 20 del siglo pasado. Bell indicó que la posición teocrática del Dalai Lama le permitió otorgar recompensas e imponer castigos a voluntad. Eso se debía a que mantenía el control absoluto tanto sobre esta vida como sobre la próxima de los siervos, a quienes coaccionaba con ese poder.
Irónicamente, el Dalai Lama ha sido retratado deliberadamente por algunos parlamentarios europeos como un «defensor de los derechos humanos» y como «un representante de la cultura tibetana».
La situación de los derechos humanos ha mejorado considerablemente en los últimos 50 años. Pero los parlamentarios europeos que atacan a China a menudo utilizan el asunto de los derechos humanos –que era un lujo para millones de siervos y esclavos bajo el régimen del Dalai y su camarilla–, para presionar a China, y lo más importane, para poner en peligro su integridad territorial.
En la resolución adoptada hoy, el Parlamento Europeo pide al gobierno chino considerar «el Memorándum de Verdadera Autonomía para el Pueblo Tibetano como una discusión sustancial para un cambio positivo y significativo en el Tíbet, mientras se ajustam a los principios asentados en la Constitución y las leyes de la República Popular China».
Sin embargo, el documento, presentado al gobierno chino por representantes privados del Dalai Lama en noviembre, busca la independencia política del Tíbet bajo el distraz de una «verdadera autonomía».
Los expertos también indican que las contradicciones con la Constitución y las leyes de China abundan en el «Memorándum.»
No hay duda de que el asunto relacionado con el Tíbet se encuentra en el camino de las relaciones sanas y estrechas entre China y la Unión Europea (UE). A finales del año pasado, por ejemplo, la insistencia del presidente de Francia Nicolas Sarkozy de reunirse con el Dalai Lama llevó al aplazamiento de la cumbre entre la UE y China.
Gracias a los esfuerzos de ambas partes, sin embargo, las relaciones entre China y la UE se han recuperado después de la decepción del año pasado.
El primer ministro chino Wen Jiabao dijo en la sede de la UE en Bruselas el 30 de enero que China se adhiere «al principio de mutuo respeto y total igualdad» con base en el cual la UE y China pueden dialogar acerca de todos los asuntos.
Pero la falta de respeto de los parlamentarios europeos que atacan a China ciertamente no es benéfica para las relaciones bilaterales a corto ni a largo plazo. Por ello, se pide a los parlamentarios que cambien su postura tendenciosa y desequilibrada hacia China, especialmente en el asunto que se refiere al Tíbet.