El «Memorándum» fue presentado al gobierno central por los enviados privados del Dalai Lama durante las conversaciones mantenidas entre ambas partes en Beijing hace algunas semanas. El artículo dice que el «Memorándum», descrito por la parte del Dalai como un documento que «se ajusta a la Constitución y las leyes de China», está lleno de aspectos que contradicen las normativas legales del país.
 

En el comentario se dice que mediante la reivindicación de la «autonomía genuina» en nombre de la Constitución, la camarilla del Dalai pretende negar el sistema de autonomía regional de las minorías étnicas del país, el cual es la política básica y el sistema político de China sobre asuntos étnicos, protegidos por la Constitución.
 

Las divisiones administrativas del Tíbet y otras regiones en las que habitan los tibetanos se han formado desde la dinastía Yuan (1271-1368). El antiguo gobierno local del Tíbet nunca ha gobernado ninguna otra zona tibetana fuera del propio Tíbet. El llamado «Gran Tíbet», que ocupa una cuarta parte del territorio chino, no tiene base histórica, realista ni legal, según el artículo. «Se trata de un componente clave del alegato de la parte del Dalai para separar la nación, y su esencia es la ‘independencia del Tíbet'».
 

El escrito señala que el Dalai y sus partidarios pretenden crear un escenario de pura autonomía tibetana mientras limitan los intercambios y vínculos entre diferentes grupos étnicos, lo cual provocará conflictos y conducirá a la segregación. El comentario sostiene que en el «Memorándum» no mencionó nada sobre la propiedad de la soberanía del Tíbet e ignoró por completo el hecho de que el Tíbet ha sido y es parte de China.

«Este asunto no se puede omitir porque resulta fundamental para la mejora de la relación entre el Dalai Lama y el gobierno central», subraya. Asimismo, el artículo afirma que el «Memorándum», tanto en el título como en su contenido, habla todo el tiempo en referencia al «Gran Tíbet» y una «autonomía de alto nivel».
 

Su propósito es establecer una entidad política «semiindependiente» o «independiente de forma encubierta», controlada políticamente por la camarilla del Dalai en un área que ocupa un cuarto del territorio chino. Cuando llegue el momento oportuno, buscarán hacer realidad la «independencia completa del Tíbet», dice el comentario.
 

El autor del artículo también reiteró la actitud del gobierno central chino hacia el Dalai Lama, al recordar que «la puerta del gobierno central para que el Dalai Lama regrese a una postura patriótica siempre ha estado abierta y así permanecerá en el futuro». «Sin embargo, la puerta para la ‘independencia’, la ‘semiindependencia’ o la ‘independencia encubierta’ del Tíbet jamás ha estado abierta, ni se abrirá en el futuro», puntualiza el artículo.