Ma dijo que entendía que todos los aborígenes del país aspiraban a disfrutar de la autonomía a la mayor brevedad posible, pero que éste era un objetivo difícil que debería ser alcanzado de manera gradual.


     «Necesitaremos primero crear algunas condiciones favorables», manifestó el Jefe de Estado al momento de hacer uso de la palabra en el curso de una reunión para los grupos civiles indígenas que tuvo lugar en el norteño Condado de Taipei.



     Ma reiteró que la política gubernamental respecto a los pueblos indígenas estaba basada en cuatro principios, a saber: el respeto a las diferencias, el mantenimiento de la equidad y justicia, la promoción de la autonomía, y la propulsión del desarrollo autónomo.

     El Primer Mandatario subrayó que sólo había hecho promesas que podría cumplir, añadiendo que la mismas incluian el suministro de unos 32 mil trabajos adicionales para los aborígenes entre los años 2009 y 2012 y el aumento paulatino del fondo para el desarrollo indígena a los 10 mil millones de dólares taiwaneses.(Por Garfie Li y Luis Huang)Enditem