BEIJING, 9 jul (Xinhua) -- El presidente chino, Hu Jintao, convocó en la noche de ayer miércoles una reunión del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) para discutir asuntos relacionados con los disturbios de la región autónoma uygur de Xinjiang, en el noroeste de China.
En la reunión se afirmó que la estabilidad en Xinjiang constituye la «tarea más importante y urgente», según una declaración difundida hoy jueves. Durante el encuentro, las autoridades también se comprometieron a imponer un «severo castigo» a los culpables de acuerdo con las leyes del país.
Hu, secretario general del Comité Central del PCCh, acortó su viaje a Europa debido a la situación en Xinjiang, y llegó a Beijing en la tarde de ayer.
El gobierno «tomará medidas duras contra los delitos graves, incluidos asaltos, vandalismo, saqueos e incendios» para mantener la estabilidad social y salvaguardar los intereses fundamentales del pueblo de Xinjiang, según la declaración.
El Comité Permanente pidió a las autoridades pertinentes que «aíslen y tomen medidas contra la minoría delincuente» y que «unifiquen y eduquen a la inmensa mayoría».
«Los instigadores, organizadores, responsables y criminales violentos de los disturbios serán severamente castigados de acuerdo con la ley», según la declaración.
«Entretanto, aquellos que participaron en los disturbios porque fueron provocados y engañados por los separatistas deberán recibir educación».
Los actos violentos mortales ocurridos en Urumqi, capital de Xinjiang, el 5 de julio, tienen «profundos» antecedentes políticos, dice la declaración.
Se trata de un delito violento grave que fue planeado y organizado por las «tres fuerzas» del terrorismo, el separatismo y el extremismo tanto dentro como fuera del país, reza el documento, y «los disturbios se han traducido en grandes pérdidas para las personas y han dañado enormemente el orden y la estabilidad locales».
El Comité Permanente pidió a los gobiernos locales que visiten a las familias en duelo, los heridos inocentes y aquellos que sufrieron pérdidas materiales, para mostrar el apoyo y la ayuda necesarios.
Al menos 156 personas murieron y más de 1.000 resultaron heridas en los disturbios del 5 de julio.
La declaración también pide a los comités del PCCh a todos los niveles, organizaciones rurales, comunidades, empresas, instituciones y escuelas que formen grupos de trabajo para adentrarse en las unidades de base con el fin de permitir a toda la población implementar las políticas del PCCh y gobierno.
El documento exige a los miembros del PCCh que «superen los desafíos presentados por los momentos cruciales» y que dependan de las masas de todos los grupos étnicos para mantener la estabilidad.
«Los cuadros y el público de Xinjiang deben atenerse al principio de que la estabilidad es más importante que todo lo demás», según la declaración.
En la reunión se urgió «conceder gran importancia a la unidad étnica» y a perpetuar la tradición de que las personas de todos los grupos étnicos de Xinjiang «respiran juntos, comparten el mismo destino y están vinculados entre ellos».
Las personas deberían saber que «la etnia han no puede ser separada de las minorías ni viceversa y que los grupos de minorías también se necesitan entre sí», dice la declaración.
El documento exige que el público y los funcionarios de Xinjiang aprecien la unidad étnica de la región con el objetivo de obtener una situación de prosperidad común.
Asimismo, la declaración pide a los funcionarios que ignoren los rumores, que no sean incitados o instigados a participar en actividades ilegales y que luchen contra las actividades criminales de manera firme con el objetivo de mantener la unidad étnica y estabilidad social.
En la reunión se pidió a todos los comités del PCCh y gobiernos que impulsen la «conciencia política».
«Los funcionarios deberían optimizar su sentido de responsabilidad y dirigir el público para mantener el crecimiento económico, mejorar el nivel de vida y garantizar la estabilidad», reza la declaración.