BEIJING, 27 mar (Xinhua) -- La comunidad religiosa de China ha rechazado un informe de la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos, advirtiendo a ese país que debe abstenerse de "secuestrar" el asunto.
La declaración fue publicada hoy martes tras una reunión de los secretarios generales de los cinco grupos religiosos de China: Budismo, Taoísmo, Islamismo, Catolicismo y Protestantismo.
La comisión estadounidense siguió con su rol de «policía religioso internacional» y «criticó irracionalmente la situación y las políticas religiosas de China en su informe anual de 2012, con la intención de manchar la imagen de China», indica el documento.
Como uno de los derechos básicos de los ciudadanos chinos, la libertad religiosa está plenamente protegida por la Constitución y la ley. Cada uno puede optar por ser no religioso o seguidor de cualquier creencia «sin la intervención de ningún órgano estatal u organización social».
El gobierno chino ha fortalecido la difusión y la práctica de la libertad religiosa, por lo que el concepto de su respeto y protección se ha arraigado profundamente en la sociedad.
Las administraciones central y locales tratan de manera equitativa a los diversos tipos de religión, y los diferentes grupos religiosos coexisten armoniosamente, a diferencia de la sitiuación de tensión a que se enfrentan dichas comunidades en Estados Unidos, señala la declaración.
El gobierno chino anima y apoya al círculo religioso a «participar en la modernización socialista» y desempeñar un papel activo en la promoción del desarrollo económico, la prosperidad cultural y la armonía social, agrega.
«Los grupos religiosos de China siguen la buena tradición de servir a la sociedad y beneficiar a los demás. Las organizaciones religiosas practican la caridad y sus seguidores son trabajadores dedicados, lo que merece respeto y elogio», reza el documento.
Todas las religiones exigen que sus fieles sean «buenos ciudadanos», y cada país les pide respetar las leyes, «y Estados Unidos no es una excepción». Un puñado de gente que comete actividades delictivas con la religión como excusa debe ser castigado de acuerdo con la ley, tal y como pasa en Estados Unidos.
No obstante, el informe de la citada comisión estadounidense describe la acción legal del gobierno chino como una «persecución de la religión», y tal doble rasero es un método ya conocido, que ha sido usado frecuentemente por ese país en otros campos. Todo el mundo sabe que carece de credibilidad, sentencia la declaración.
La libertad religiosa es un valor común que persigue la humanidad, y «no la patente de ningún país»; por eso, no puede ser secuestrada y utilizada como un instrumento político en busca de intereses particulares.
La comunidad religiosa china recomendó a la comisión estadounidense «reexaminar su comportamiento y abandonar las prácticas incorrectas».
Los grupos religiosos de China están dispuestos a realizar intercambios con sus colegas estadounidenses sobre la base de la igualdad, la amistad y el respeto mutuo, para promover conjuntamente la libertad religiosa, reza la nota.
Además, ambas partes deben esforzarse por facilitar las relaciones sino-estadounidenses, en vez de sabotearlas, concluye.