A favor de la paz y la solución a los conflictos

In Noticias, Política exterior by PSTBS12378sxedeOPCH

Las naciones involucradas en conflictos en el mar de la China Meridional deben intentar resolverlos con negociaciones pacíficas y abstenerse de propiciar cualquier provocación.


Las islas en el mar de la China Meridional han sido parte del territorio de China desde épocas antiguas, según lo demuestran numerosas evidencias arqueológicas y documentos históricos, a lo que se suma el hecho de que ningún país asiático suroriental disputó la soberanía de las ínsulas a China en el pasado.


De hecho, los mapas y enciclopedias autorizadas publicadas por muchos países en la región identificaron o reconocieron a las islas de Nansha y sus aguas adyacentes como parte de los límites marítimos tradicionales de China hasta los años 60, cuando se descrubrieron reservas de petróleo y gas en la zona. Desde entonces, algunas naciones asiáticas surorientales han estado elevando demandas sobre dicha franja de mar, inflamando la otrora pacífica área con conflictos.



La convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que fue firmada en 1982 y entró en vigor en 1994, estableció un nuevo sistema marítimo y añadió nuevas complejidades a los conflictos del mar de la China Meridional.



A pesar de su soberanía incuestionable sobre las islas mencionadas y sus aguas circundantes, China ha ejercido mesura al abordar los conflictos con otros países. A ese tenor, ha propuesto numerosas ofertas constructivas para solucionar los diferendos y ha jugado un papel crucial en la promoción de la paz y la estabilidad en el mar de la China Meridional.

La oferta de China de “poner a un lado los conflictos en bien del desarrollo conjunto” refleja su sinceridad y voluntad para resolver los conflictos marítimos con otros países.



En 2002, China y los 10 miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ANSEA) firmaron la Declaración de Conducta de las Partes en el mar de la China Meridional, en la cual todos los signatarios se comprometieron a ejercer automoderación y buscar la cooperación en los campos pertinentes. En 2005, las compañías petroleras nacionales de China, Filipinas y Vietnam rubricaron un acuerdo conjunto para emprender obras sismológicas en un área señalada del mar de la China Meridional.



El papel de China en el mantenimiento de la estabilidad y la promoción del desarrollo en el Este de Asia en la pasada década ha sido enorme, lo que ha constituido una ayuda substancial a los Estados miembros de la ANSEA después de la crisis financiera de Asia de 1997 de Asia, a la vez que ha supuesto un notable respaldo a los planes de inversión y de enfrentamiento a la ralentización económica causada por la crisis financiera global de 2008. También ha coadyuvado a establecer una asociación estratégica con la ANSEA – primera acción de ese tipo por parte de una de las principales potencias mundiales – además de haberse convertido en el primer país fuera del Sudeste de Asia en sumarse al Tratado de Amistad y Cooperación en el Sudeste de Asia. Súmese a ello que China ha sido el primer país en firmar un Acuerdo de Libre Comercio con ese bloque de 10 naciones.



Comparada con otras regiones, Asia Oriental ha logrado alcanzar un acelerado y sostenible desarrollo en la pasada década. Esto se debe en gran parte al esfuerzo del los países asiáticos surorientales por construir el respeto mutuo, la adherencia al principio del diálogo y la cooperación, y el abordaje prudente y apropiado de los conflictos mutuos.

Un buen ambiente de cooperación sigue siendo una condición previa para que todos los países asiáticos surorientales alcancen el desarrollo y mantengan la paz y la estabilidad en el mar de la China Meridional, lo cual se corresponde por completo con sus más caros intereses.(Pueblo en Línea)




25/07/2011