Como consecuencia de la histórica dicotomía Norte-Sur en la cual se encuadró la relación entre el continente africano y los países de Occidente, aquellos que no pertenecen a este selecto club de desarrollo, particularmente los menos desarrollados – históricamente concentrados en el continente africano -, perciben a los miembros del grupo BRIC como los abanderados de la “esperanza” en el nuevo orden mundial. En este sentido, la Política Exterior China hacia los países africanos se presenta a sí misma como cualitativamente diferente en relación a otras potencias y en sintonía con las necesidades de los pueblos africanos que ven con recelo cualquier pretensión neocolonialista. China, a través de su gran avanzada en la última busca ofrecer un liderazgo alternativo a los marcos de cooperación ofrecidos por Occidentes. Sin embargo, esta vinculación no está exenta de retos para el continente estrella de las políticas geoestratégicas del siglo XXI.