Asociación estratégica entre Rabat y Pequín: Balance y perspectivas de la relación sino-marroquí

In Estudios, Política exterior by PSTBS12378sxedeOPCH

Previa invitación del jefe de Estado, el 27 de noviembre de 2014 la República Popular de China esperaba la llegada del rey de Marruecos al frente de una delegación que incluía a varios ministros, altos responsables e importantes operadores económicos del país magrebí. En el curso de esta visita de Estado, Mohamed VI debía reunirse con el presidente chino, Xi Jinping, numerosas autoridades y personalidades del gigante asiático. Tal y como enfatizó la agencia oficial de prensa de Marruecos, la MAP, el periplo del soberano alauí estaba llamado a poner de relieve el partenariado estratégico sino-marroquí y dotar un nuevo impulso al flamante marco de concertación política entre Rabat y Pequín, reforzando, de paso, la relación económica y comercial, las inversiones y la cooperación bilateral multisectorial. No obstante, la visita oficial de Mohamed VI a la República Popular de China fue finalmente pospuesta sine die argumentando "motivos de salud" de Mohamed VI, precisó un lacónico comunicado del ministerio de la Casa Real, Protocolo y Cancillería del Reino de Marruecos. La anulación del viaje no estuvo exenta de polémica. En un momento de desencuentro entre el país magrebí y su tradicional aliado, Francia, contrariado Rabat por los más recientes reveses estadounidenses en Naciones Unidas en lo concerniente al dossier del Sáhara Occidental y con Rusia llamando fuerte a las puertas de Marruecos, la anulación in extremis del viaje real a China suscitó no pocas suspicacias y reservas de analistas y observadores.