BEIJING, 18 sep (Xinhua) -- Con Xi Jinping de visita en la India por primera vez como presidente chino, los dos vecinos asiáticos afrontan nuevas oportunidades para disminuir las disputas y promover las relaciones bilaterales.
BEIJING, 18 sep (Xinhua) — Con Xi Jinping de visita en la India por primera vez como presidente chino, los dos vecinos asiáticos afrontan nuevas oportunidades para disminuir las disputas y promover las relaciones bilaterales.
En el frente económico, se ha mencionado con anticipación que ambas partes firmarán una serie de acuerdos de cooperación, incluido un tratado que tiene como objetivo ayudar a la India a renovar su atrasado sistema ferroviario.
Tras las últimas visitas al exterior de los líderes de China, algunos podrían haber sentido una peculiar diplomacia de estilo chino, que es tomar sus habilidades en la manufactura y la construcción como un valor diplomático para impulsar las relaciones con los países en el mundo.
Quienes han visitado China podrían sorprenderse por la rapidez y la eficiencia con que el pueblo chino construye carreteras, puentes y ferrocarriles, entre muchas otras cosas.
Detrás de esa proeza de la «velocidad china» hay décadas de esfuerzos de Beijing en el estudio y la promoción de la tecnología, las grandes inversiones realizadas, así como la naturaleza diligente del pueblo chino, lo que ha ayudado a crear el milagro de un desarrollo económico permanente incluso durante la recesión global y le ha garantizado el título de segunda mayor economía del mundo.
En la aspiración del desarrollo común, China comparte ahora ampliamente esa pericia ganada con tanto esfuerzo con el resto del mundo, en particular con sus vecinos menos desarrollados, sus socios y sus amigos en Asia, Africa y América Latina que carecen comúnmente de capacidades para la construcción de infraestructuras.
Mientras, en el oeste y el sur de Asia que ha cubierto la actual gira de Xi, el concepto antiguo de la Ruta de la Seda, una histórica ruta comercial a través de Eurasia, ha sido planteado nuevamente por China al promulgar iniciativas para ayudar a promover la conectividad en esta vasta región y reavivar su amistad tradicional con las naciones de la zona.
Uno de los casos más ejemplares de la «velocidad china» es el de los ferrocarriles de alta velocidad. En los últimos años, Beijing ha venido ofreciendo su tecnología más avanzada en este terreno en el mundo en vías de desarrollo, con los trenes y ferrocarriles hechos en China dirigiéndose al Sudeste Asiático, América Latina, Africa e incluso Europa.
Pese a que algunos países occidentales los denominan «rivales tradicionales» que tienden a enfrentarse por causas territoriales y geopolíticas, Beijing y Nueva Delhi han optado por concentrarse en la cooperación económica donde existe aún un enorme potencial por explotar.
Analistas aquí consideraron que con la visita de Xi, los dos gigantes asiáticos impulsarán un nuevo tipo de relaciones diferente al «modelo de vínculos entre grandes potencias post-Segunda Guerra Mundial dominado por Occidente».
Tal relación debe ser establecida bajo un reconocimiento común de ambas partes de que son socios sinceros y no rivales. También necesita de esfuerzos conjuntos para dejar a un lado las disputas en favor del desarrollo común.
Para ello, Xi, en un artículo firmado publicado por la prensa india previo a su viaje, exhortó a las dos potencias emergentes a aprovechar las ventajas y las potencialidades de cada uno.
Para el pueblo indio, la mejora de su red ferroviaria de la época de la colonia, que causa unos 15.000 muertos anuales según informaciones, es al parecer un asunto de urgencia, y la ayuda de China, que ha construido la red ferroviaria de alta velocidad más larga y de mayor uso del mundo, es muy esperada.
«Con una rica experiencia en la construcción de infraestructura y la manufactura, China está dispuesta a contribuir al desarrollo de la India», afirmó Xi.