Los países de América Latina y el Caribe tienen una oportunidad histórica para fortalecer sus vínculos con China, según la Comisión Económica para esta región (CEPAL).
Los países de América Latina y el Caribe tienen una oportunidad histórica para fortalecer sus vínculos con China, según la Comisión Económica para esta región (CEPAL).
Así lo afirma un documento presentado hoy en Beijing por la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, quien asiste al primer encuentro ministerial del Foro CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños)-China, como una contribución de la CEPAL a ese encuentro, que tiene lugar entre hoy y mañana en la capital china.
«Las reformas económicas en curso en China representan una oportunidad histórica para que la región dé un salto cualitativo y cuantitativo en su relación económica y comercial con la potencia asiática», destaca el organismo de Naciones Unidas.
Agrega que, de esta manera, puede «abordar sus desafíos de infraestructuras, innovación y recursos humanos, elevar sus niveles de productividad y competitividad y diversificar sus exportaciones».
El documento lleva por título «Primer Foro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y China: Explorando espacios de cooperación en comercio e inversión», y en él se destaca el papel que ha de jugar la CELAC.
«La CELAC es la instancia más apropiada para que la región aborde los nuevos desafíos que se perfilan porque las iniciativas nacionales, aunque necesarias, resultan claramente insuficientes para lograr el objetivo de ser un socio económico y comercial relevante para China», argumenta el texto.
Precisa que, entre 2000 y 2013, «China pasó de ser un socio menor de América Latina y el Caribe a ser un actor central. Así, el comercio de bienes entre ambas partes se multiplicó por 22, pasando de poco más de 12.000 millones de dólares a casi 275.000 millones de dólares».
Agrega que «a modo de comparación, en igual período, el comercio de la región con el mundo se multiplicó solo por tres. Pero desde 2012, el ritmo de expansión de la economía china se ha moderado».
A juicio de la CEPAL, «con sus reformas, el país asiático evoluciona hacia un modelo de desarrollo que da mayor peso al consumo de los hogares y menos a las exportaciones y la inversión doméstica».
Comenta que el exceso de capacidad que presentan varias industrias del país, el aumento de los costos laborales y la búsqueda de oportunidades seguras y rentables para colocar sus excedentes de ahorro «debieran inducir una mayor salida de capitales chinos al exterior, en consonancia con las orientaciones impartidas por sus autoridades».
La CEPAL sugiere que, a fin de romper con el persistente y creciente déficit comercial con China, la región «podría atraer esta nueva inversión extranjera directa (IED) hacia sectores distintos de las industrias extractivas, donde se concentra hoy casi 90 % de la IED china estimada entre 2010 y 2013».
Pone como ejemplo las manufacturas, los servicios, las infraestructuras, la energía, el transporte y la logística.
«América Latina y el Caribe ofrecen de hecho interesantes oportunidades para dichos capitales, entre ellas, su creciente mercado de consumo, la cercanía y acceso preferencial de algunas de sus economías a Estados Unidos y su abundancia de recursos naturales», explica.
En ese sentido, menciona a los sectores agrícola y agroalimentario por su gran potencial.
«La región podría jugar un rol estratégico para la seguridad alimentaria de China, que con el 7 por ciento de las tierras cultivables y 6 por ciento de los recursos hídricos del mundo debe alimentar al 22 por ciento de la población del planeta», destaca el documento.
Insiste en que «el desafío para los gobiernos consiste en definir una cartera consensuada de proyectos donde la inversión china sea más útil».
Señala que la inversión extranjera directa es aún incipiente desde la región hacia China, indicando que podría invertir en nuevos nichos de mercado, que se van abriendo con la evolución de la sociedad china, en áreas como la agroindustria y una variada gama de servicios.
También en turismo, entretenimiento, arquitectura, planificación urbana, gestión ambiental, y en general los servicios orientados a los adultos mayores.
«El gran desafío de América Latina y el Caribe es establecer mayor correspondencia entre el vínculo con China, y con Asia más en general, y las políticas domésticas de innovación, competitividad, ciencia y tecnología, infraestructura, facilitación del comercio e internacionalización de empresas», remarca el informe.