China condenó hoy enérgicamente la visita realizada por el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, al santuario Yasukuni, y afirmó que este gesto del líder japonés es un "nuevo obstáculo político mayor" para las ya tensas relaciones.
China condenó hoy enérgicamente la visita realizada por el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, al santuario Yasukuni, y afirmó que este gesto del líder japonés es un «nuevo obstáculo político mayor» para las ya tensas relaciones.
«China no lo tolerará», dijo el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, y citó al embajador japonés en China, Kitera Masato, luego de la visita que hizo hoy Abe al santuario, donde se honra a 14 criminales de guerra de Clase A de la Segunda Guerra Mundial.
Wang dijo que la visita de Abe contraviene gravemente el principio y espíritu de los cuatro documentos políticos entre las dos naciones, así como el compromiso asumido por las administraciones y líderes japoneses anteriores sobre temas históricos y erige un nuevo obstáculo político mayor a las ya tensas relaciones entre China y Japón.
La visita de Abe es la primera realizada por un primer ministro japonés en funciones al polémico santuario desde 2006. Las visitas anuales del ex primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, al santuario, durante su mandato entre 2001 y 2006, fueron un factor importante que afectaba a las relaciones entre Japón y sus vecinos asiáticos.
Wang prometió que China luchará hasta el final si Japón continúa desafiando deliberadamente la base de las relaciones entre ambas naciones e intensificando la tensión y confrontación entre las dos.
El canciller también advirtió que las acciones de Abe están llevando a Japón «por una dirección muy peligrosa». La comunidad internacional, incluida China, debe intensificar su vigilancia y no pemitir que Japón reconstruya sus acciones históricas.
El vocero de la cancillería, Qin Gang, y el vocero del Ministerio de Defensa Nacional, Geng Yansheng, también expresaron una protesta y condena enérgicas.
La agresión de los militaristas japoneses provocó atrocidades a China y a algunos países asiáticos y también hirió profundamente al pueblo japonés, dijo Qin.
El portavoz calificó el santuario Yasukuni como «un instrumento espiritual y símbolo» de la invasión japonesa en la Segunda Guerra Mundial.
La visita de Abe al santuario encubre la agresión y el régimen colonialista de Japón, echa abajo el juicio de la comunidad internacional contra los militaristas japoneses y desafía el orden internacional de posguerra, señaló el vocero.
Qin indicó que las acciones del líder japonés han dado a sus vecinos asiáticos y a la comunidad internacional una razón para estar altamente vigilantes y profundamente preocupados sobre el camino que Japón va a seguir en el futuro.
Las visitas de los políticos japoneses al santuario Yasukuni enojan a los vecinos de Japón como China y la República de Corea.
Desde que Abe tomó posesión, su gobierno ha mostrado una actitud irresponsable hacia la historia de guerra de Japón al negarse a ofrecer disculpas a sus vecinos asiáticos y tratando de modificar la Constitución pacifista.
Qin dijo que las relaciones entre China y Japón han afrontado «severas dificultades» desde que el gobierno japonés anunciara en septiembre de 2012 su plan de «comprar» parte de las Islas Diaoyu,un paso que contribuyó al desmoronamiento de las relaciones bilaterales. Qin criticó la llamada «amenaza china» incitada por Japón, y dijo que esto perjudicó gravemente los intereses de seguridad de China.
«En estas circunstancias, los líderes japoneses no mostraron moderación, sino que empeoraron la situación, creando serios incidentes sobre los asuntos históricos, lo cual levantó un nuevo y principal obstáculo político para la mejora y el desarrollo de las relaciones entre China y Japón», apuntó el portavoz, quien añadió que Japón debe «asumir todas las consecuencias».
El gobierno de la República de Corea también advirtió hoy de que las relaciones con Japón caerán en picada hasta un mínimo histórico debido a la visita de Abe al santuario Yasukuni.
«Sólo si Japón hace frente y reflexiona profundamente sobre su historia de invasión, y toma la historia como un espejo, podrá desarrollar una relación orientada al futuro con sus vecinos asiáticos», aseguró Qin.
El portavoz urgió a Japón a que respete su compromiso de reflexionar sobre su historia de agresión, tome medidas para corregir sus errores y elimine su influencia perjudicial, y recupere la confianza de sus vecinos asiáticos y de la comunidad internacional con acciones concretas.
En una rueda de prensa regular esta tarde, Qin criticó de nuevo la visita de Abe como un «tema mayor de principios» política y diplomáticamente.
«El problema real de la visita al santuario Yasukuni es si Japón puede entender y reflexionar o no correctamente sobre el significado real y su historia de agresión militarista», dijo Qin.
Esto tiene que ver con la relación entre Japón y sus vecinos, con la base política de las relaciones China-Japón, con el resultado de la Segunda Guerra Mundial y con el orden internacional de posguerra, así como con la paz y la estabilidad de Asia y del mundo, añadió.
«Si Abe realmente respeta a sus vecinos y desea mejorar las relaciones, debe visitar el Monumento Conmemorativo de la Masacre de Nanjing en lugar del santuario Yasukuni», comentó Qin.
Al menos 300.000 chinos fueron asesinados en el curso de seis semanas por los invasores japoneses luego de que los soldados ocuparon la ciudad de Nanjing en la provincia de Jiangsu, este de China, el 13 de diciembre de 1937. Zhou Yongsheng, un investigador chino de estudios de Japón, dijo que la visita de Abe también tiene el objetivo de recibir el apoyo de las fuerzas nacionales de extrema derecha y remediar su fracaso en relaciones exteriores.
«Abe es como un apostador. El trata de nuevo de ganar apoyo con la visita. Esta es una consideración realista», dijo Zhou, profesor de la Universidad de Asuntos Exteriores de China.
Gao Hong, investigador de la Academia China de Ciencias Sociales, dijo que Abe eligió el fin de año para hacer la visita porque desea cumplir su compromiso con las fuerzas de extrema derecha y sentar las bases para la estrategia y línea política que desea practicar el año próximo. No obstante, esa acción de confrontación es muy «imprudente».
Gao advirtió que las relaciones China-Japón se volverán «más frías» y que es probable que su actitud de guerra sea permanente.
Varios partidos políticos japoneses, incluidos los aliados políticos, criticaron la visita y algunos expresasron su firme oposición.
Natsuo Yamaguchi, del pequeño Partido Nuevo Komeito, que es parte de la coalición gobernante del Partido Liberal Democrático de Abe, dijo que su partido constantemente ha pedido al primer ministro que evite visitar el santuario.
«La visita del primer ministro al santuario Yasukuni hará más difíciles las relaciones de Japón con China y con la República de Corea», declaró.
Respecto a la declaración de Abe de que su visita es para recordar a los héroes que lucharon y murieron por el país, y que la paz y prosperidad de Japón se construyeron con base en su sacrificio, Qin dijo que la historia ya ha hecho un juicio sobre la invasión. Las palabras de los líderes japoneses están «confundiendo al público y confundiendo lo correcto con lo incorrecto».
«Algunos políticos japoneses mencionan la democracia, la libertad y la paz, mientras regresan al espíritu del militarismo y redactan la historia de la invasión y colonización. Esta es una blasfemia contra la democracia, la libertad y la paz», señaló. Fi