A partir de 2008, China ha suscrito una serie de acuerdos de ayuda e inversión con América Latina, lo que muestra que el país ha elevado a una nueva altura su atención a la región. La influencia de su expansión en la zona es mucho mayor que su meta a corto plazo de búsqueda del mercado y el suministro confiable de materias primas.
Esto lo dijo el Fondo Jamestown de EEUU en una nota bajo el título de “la influencia estratégica de las inversiones chinas en América Latina”, publicada el 7 de octubre.
Se puede explicar esta tendencia con los siguientes cuatro efectos: primero, estas interacciones están cambiando la configuración, economía, educación y estructura social de América Latina; segundo, permiten la sobrevivencia y expasión de los régimenes que se oponen a la modalidad democrática y económica a estilo estadounidense y occidental; tercero, ayudan el resurgimiento de Brasil, y cuarto, debilitan la influencia política y económica de EEUU en la región y restringen el espacio de contacto de EEUU con la zona, dice la nota.
Hasta el momento, China intenta ejercer su influencia spbre América Latina solo en las esferas concernientes a los intereses nucleo de China, tales como Taiwan o el Tibet, la apertura del mercado y problemas por el estilo. En el aspecto referente al llamado “soft power”, EEUU está perdiendo su influencia en la zona, indica el artículo.
A medida del incremento de las inversiones chinas en América Latina y su creciente dependencia de la zona como el mercado y suministradora de materias primas. Y naturalmente China procura por la ayuda de los líderes latinoamericanos para la protección de sus intereses. Es muy difícil imaginar que China inste a algún país de la región no colaborar con los EEUU en los asuntos de orden público y seguridad, pero se puede esperar que es posible que los paises de la región actúen con cautela al creer que la existencia de EEUU afectaría la adquisición o inversión de importancia de China, afirma la nota.
En fin de cuentas, es posible que China llegue a ser una poderosa fuerza para perturbar los proyectos político, económico y de derechos humanos de EEUU en esta región. China mantiene el crecimiento de más del 10 % y se recupera rápidamente del receso global. Al contrario, EEUU provocó la crisis financiera y todavía se encuentra en la contracción. Esto constituye una señal fuerte para los países de la región: el pluralismo político a estilo estadounidense no es necesariamente imperativo para el desarrollo, sino dañino en algunos casos, dice la nota. (Pueblo en Línea)
12/10/2009