En la apertura del Foro de Davos de Verano 2011 en Dalian, el primer ministro chino, Wen Jiabao, pidió a Europa que dé "pasos claros" para su estabilización financiera y que muestren un gesto de "amigos" hacia China, como la concesión del estatus de economía de mercado antes del plazo previsto por la OMC, en 2016.
(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – “China desea ayudar a los países europeos endeudados mediante el aumento de sus inversiones en la región”, afirmó ayer el primer ministro chino, Wen Jiabao, en la ceremonia de apertura del Foro Davos de verano 2011 ayer en la ciudad nororiental de Dalian.
“Nos preocupan las dificultades que la economía europea lleva enfrentado desde hace tiempo, y hemos reiterado nuestro deseo de echar una mano y aumentar nuestro nivel de inversión”, afirmó el premier, según cita la agencia oficial Xinhua.
Para ello, de acuerdo con Wen, los líderes europeos deberían tomar ciertos “pasos claros” en las relaciones sinoeuropeas, en particular con el reconocimiento del estatus de China como economía de mercado, que según las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) debería ser otorgado por todos los países para 2016, según Xinhua.
Esta reclamación por parte china viene de lejos y Pekín se ha mostrado más insistente al respecto a medidad que la fecha límite establecida por la OMC se acerca. Según Wen “(conceder el estatus) unos cuantos años antes de ese plazo es la forma en la que un amigo trata a otro amigo”.
La concesión de este estatus a China implicaría una ostensible reducción de las denuncias por dúmping y de los obstáculos para la inversión china en la Unión Europea (UE). La crisis financiera y de deuda de algunos países europeos ha brindado al país asiático una oportunidad de oro para aumentar la presión e impulsar dicho reconocimiento por parte europea.
Un ejemplo claro es España, que originalmente se oponía a dicho reconocimiento por el impacto que tendría sobre su propia industria manufacturera (por ejemplo, el calzado). Sin embargo, los problemas de deuda y el acoso de los mercados han obligado a Madrid a volverse hacia Pekín y, por ende, a flexibilizar su postura y convertirse en “el mejor amigo de China en la UE”, en palabras del vicepremier Li Keqiang, y en adalid del estatus chino de economía de mercado en Bruselas.
En las últimas semanas, Italia parece haberse sumado al grupo de quienes cortejan a Pekín y sus amplias reservas de divisas para que adquiera sus bonos, aunque Roma no lo ha confirmado –y mucho menos Pekín, que siempre prefiere ser cauto con los adelantos de información.
No obstante, China no está viendo el barco hundirse desde tierra firme, sino que ella misma puede verse inmersa en el naufragio. La UE es el principal destino de las exportaciones chinas y el gigante asiático necesita un mercado europeo estable que siga demandando sus productos. Otros factores, como las previsiones de ralentización en el crecimiento de su economía, su engrosado volumen de divisas (3,2 billones de dólares) o la inflación mantienen también a Pekín en una situación peliaguda.
Aun así, por lo pronto, Pekín está jugando su baza.