La adopción de sanciones a Norcorea por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, como consecuencia del ensayo nuclear realizado el 9 de octubre de 2006, genera interrogantes sobre el futuro accionar de la diplomacia china. Estas acciones punitivas de nada servirán sin su anuencia, ya que la economía y el régimen norcoreanos han subsistido gracias a su apoyo. En este sentido, el Comité creado por la resolución 1718 tendrá a cargo el control del cumplimiento de las sanciones, donde China cobra especial importancia, incluso a los efectos de esclarecer si este país está a favor de la comunidad internacional o encubre el apoyo al plan de nuclearización de la península que lleva a cabo Corea del Norte.