BEIJING, 25 nov (Xinhua) -- La más reciente serie de documentos de cooperación firmados entre China y los países de Europa Central y Oriental (ECO) es una sólida prueba de que su mecanismo 16+1 está lleno de vigor y ha comenzado a remodelar el panorama de la cooperación China-Europa.
BEIJING, 25 nov (Xinhua) — La más reciente serie de documentos de cooperación firmados entre China y los países de Europa Central y Oriental (ECO) es una sólida prueba de que su mecanismo 16+1 está lleno de vigor y ha comenzado a remodelar el panorama de la cooperación China-Europa.
Desde la primera reunión de líderes del mecanismo 16+1 en Varsovia en 2012, China y los países de ECO han logrado grandes avances en el impulso de la cooperación de beneficio recíproco, ejemplificado por varios proyectos clave de infraestructura respaldados por China en los sitios menos desarrollados del continente europeo, así como el creciente volumen de exportaciones de los países de ECO hacia el mercado chino.
China y los países de ECO comparten brillantes perspectivas de cooperación dada la complementariedad existente entre sus economías.
En 2014, el volumen comercial entre China y los 16 países de ECO superó los 60 mil millones de dólares estadounidenses. Aunque aún pequeña teniendo en cuenta su producción económica conjunta, la cifra representa un incremento sustancial en comparación con años anteriores, gracias a los esfuerzos de ambas partes para promover la cooperación en el terreno económico y más allá.
China es un prometedor mercado de exportaciones para los países de ECO en momentos que el sentimiento de consumo permanece bajo en el continente europeo, afectado por una lenta recuperación económica.
Además, los países de CEO enfrentan ahora una urgente necesidad de mejorar sus redes de infraestructura, un área en que China ha acumulado una rica experiencia en los últimos años.
Su cooperación potencial experimentará una mayor promoción a través de la iniciativa de «la Franja y la Ruta» propuesta por China, ya que la mayoría de los países de ECO se localizan a lo largo de las antiguas rutas que la iniciativa busca revivir y han manifestado su firme interés de formar parte del programa.
Con los existentes enlaces ferroviarios y aéreos que conectan a China y los países de ECO y el planeado corredor terrestre-marítimo, la conectividad dentro del marco del mecanismo 16+1 se profundizará aún más para facilitar el movimiento de mercancías y personas.
Es un hecho que el comercio de China con los países de Europa Occidental representa la mayor parte del comercio China-Europa, mientras que los países de ECO ahora ostentan conjuntamente aproximadamente una décima parte del comercio China-Europa.
Dada la enorme potencialidad de cooperación entre China y los países de ECO, y la fuerte voluntad política de los líderes del mecanismo 16+1 de promover la cooperación integral, no tardará mucho tiempo para que los países de ECO incrementen significativamente su comercio con China.
Vale la pena señalar que un mayor papel de los países de ECO en los lazos China-Europa no supondrá ninguna amenaza para las naciones de Europa Occidental, que también tienen grandes esperanzas en el comercio con una China de rápido crecimiento. Lo que ocurre dentro del marco 16+1 es verdaderamente beneficioso para el resto de Europa.
Por una parte, dada la diferencia entre los principales contenidos de sus exportaciones a China, Europa Occidental apenas enfrenta la competencia de los países de ECO en el comercio con China.
Por otra parte, el mejoramiento del transporte y la modernización de puertos en los países de ECO también facilitarán considerablemente el flujo comercial entre China y Europa Occidental.
Como expresó el martes el premier chino, Li Keqiang, existen grandes oportunidades «justo debajo de nuestras narices» para la cooperación dentro del mecanismo 16+1. Se espera que los líderes empresariales de ambas partes aprovechen las oportunidades para promover fuertemente la cooperación de beneficio mutuo China-Europa.