Durante su discurso de hoy jueves en el Foro de Medios de Comunicación y Grupos de Estudio China-EE. UU., el consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, hizo tres sugerencias para llevar las relaciones sino-estadounidenses de vuelta al camino correcto.
«En primer lugar, activar y abrir todos los canales de diálogo», recomendó Wang.
Solo la comunicación puede disipar las falsedades, y solo el diálogo puede evitar cálculos erróneos, señaló el funcionario, y reafirmó que la puerta del diálogo de China permanece abierta.
Siempre que Estados Unidos esté listo, China puede restaurar y reiniciar los mecanismos de diálogo en todos los niveles y en todas las áreas. Todos los problemas pueden ser puestos sobre la mesa, y todas las diferencias pueden ser abordadas adecuadamente a través del diálogo, manifestó el canciller.
En tanto, siempre que Estados Unidos no establezca restricciones, China también está lista para promover intercambios e interacciones entre departamentos gubernamentales, localidades y sectores sociales, con el fin de permitir que los dos pueblos se conozcan y se comprendan más, detalló Wang.
«Segundo, revisar y acordar en las listas de interacciones», sugirió Wang.
Dada la interconexión y la complejidad de los problemas, es útil que ambas partes se sienten juntas, los estudien con detenimiento y elaboren listas sobre áreas de cooperación, diálogo y cuestiones que necesitan una gestión adecuada, explicó el alto funcionario.
«Tercero, enfocarse y cooperar en la respuesta frente a COVID-19», indicó Wang.
Al señalar que la cooperación ante el virus debería ser la principal prioridad, Wang expresó que China está dispuesta a compartir con el país norteamericano la información sobre la prevención y contención de COVID-19, así como sus experiencias de respuesta.
«También estamos listos para llevar a cabo intercambios más estrechos con Estados Unidos sobre diagnósticos y terapias, vacunas y recuperación económica», refirió Wang.
Estados Unidos, por su parte, debería detener inmediatamente sus actos de politización y estigmatización, exhortó Wang, y agregó que debería trabajar con China para promover una respuesta global con el fin de salvar más vidas y cumplir con la responsabilidad internacional como dos países importantes.
Las relaciones China-EE. UU. se enfrentan al desafío más severo desde el establecimiento de lazos diplomáticos, destacó Wang, y agregó que algunos en Estados Unidos con prejuicios ideológicos están recurriendo a todos los medios posibles para presentar a China como un adversario, e incluso como un enemigo.
China y Estados Unidos no deben buscar remodelarse entre sí. Por el contrario, deben trabajar juntos para encontrar formas de coexistencia pacífica entre los diferentes sistemas y civilizaciones, enfatizó.
«China no replica ningún modelo de otro país, ni exporta el suyo propio a otros», dijo Wang.
Wang enfatizó que China nunca ha intentado desafiar o reemplazar a Estados Unidos, o tener una plena confrontación.
China ha mantenido una política altamente estable y consistente hacia Estados Unidos, y está dispuesta a hacer crecer las relaciones bilaterales con buena voluntad y sinceridad. Sin embargo, para lograr ese objetivo, las dos partes deben trabajar en la misma dirección, respetar el derecho internacional y las normas internacionales, y participar en un diálogo y consultas igualitarias, manifestó.
«China tiene todo el derecho a defender su soberanía, seguridad e intereses de desarrollo, salvaguardar los logros que el pueblo chino ha logrado a través del arduo trabajo, y rechazar cualquier intimidación e injusticia impuesta», destacó.
Al recordar las décadas pasadas desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas, Wang dijo que China y Estados Unidos han aprovechado al máximo su complementariedad y que sus intereses se han vuelto altamente integrados.
Las dos partes deben construir sobre los logros pasados, mantenerse al día con los tiempos y mantenerse comprometidos con el diálogo y la cooperación, concluyó Wang.