Texto original en chino, publicado en la Revista de Ciencias Sociales de China
A partir de 2013, dentro de los discursos del presidente Xi Jinping, aparece el concepto de “Comunidad de Destino Compartido” (CDC), que nace como crítica al concepto de gobernanza global desde el Norte-global. La CDC se basa en la idea de que los países deben compartir los desafíos del futuro y motivar la paz y la cooperación desde vínculos ganar-ganar. La CDC parte de la idea de un mundo no igualitario, en donde los países del Sur no han tenido una toma de decisiones en la construcción de la gobernanza global. En este sentido, América Latina es una de las regiones que forman parte de este Sur-global. Este artículo rescata la fundamentación teórica de la CDC, sus objetivos y los resultados que ha tenido en América Latina.
Conceptualizando la CDC
Desde Beijing se ha buscado respaldar académicamente esta propuesta. El fundamento teórico de la CDC es el xiísmo, marxismo con características chinas para la nueva era. Desde la academia china, se pueden identificar tres ejes teóricos fundamentales:
- Histórico: desde este aspecto, evoca la grandeza histórica de China y su lugar en la historia de la humanidad, como una civilización que proporcionó una estructura a Oriente antes de la colonización europea. De la misma manera, el proceso histórico del partido se inserta como una resistencia dentro del sistema internacional que perdura y que ha llevado a China al desarrollo. En este sentido, la institucionalización de las reivindicaciones históricas chinas dentro de China es un aspecto muy importante dentro de la academia actual, principalmente en la construcción de la identidad en las nuevas generaciones.
- Marxismo: Desde China se ha hecho una reinterpretación del concepto de «comunidad real» de Marx bajo la concordancia de intereses colectivos e individuales basados en la «asociación»; donde, desde la academia china, llegar a esta etapa social permite: «la propiedad pública de los medios de producción, la distribución según la necesidad, la desaparición de las clases y la desaparición del país» (Wu & Wu, 2018, p.522). Uno de los exponentes de esta corriente del marxismo que impulsa el xiismo y la CSFM es Cheng Meidong. La línea de investigación de este académico es la sinización del marxismo y es uno de los impulsores de la idea de que el marxismo y la cultura china coexisten y han generado aportes filosóficos (Cheng, 2013).
- Relaciones Internacionales: desde esta disciplina, es importante señalar que el siglo XXI ha promovido la llamada escuela china de Relaciones Internacionales, donde se rescata a académicos como Yan Xuetong, Qin Yaqing y Zhao Tingyang. Este último ha rescatado conceptos de la antigua China para proponer un enfoque basado en el «relacionalismo» y un modelo de vórtice que explica el proceso histórico del desarrollo chino, que da lugar al Sistema de Tianxia. Esta perspectiva critica la forma en que se han creado las instituciones a partir de un liberalismo individualista que ha llevado a un «mundo fallido» (Zhao, 2009). Sin embargo, Zhang Denghua (2018) hace una revisión más reciente de cómo se percibe el concepto de MFC dentro y fuera de China. Zhang menciona que algunos académicos chinos lo identifican como una innovación conceptual vinculada a la gobernanza global, otros como una herramienta del multilateralismo chino enfocada en la cooperación y la seguridad. También, como propuesta de un nuevo orden económico en Asia, que incluya la seguridad y la cultura. Se rescata el caso del profesor Zeng Lingliang, quien concibió el MSCS como una estrategia que nutre a la Iniciativa de la Franja y la Ruta más allá de la integración regional.
Institucionalización de la CDC
En este contexto, el XIX Congreso Nacional del PCC se convierte en un parteaguas para la institucionalización de la CDC. Aunado a esto, es importante señalar que, dentro del discurso chino, la CDC ha buscado visibilizarse como una propuesta antihegemónica occidental desde el Sur global. Esto se identifica a través de las palabras del presidente Xi (Xinhua, 2017), en su informe de este congreso nacional:
- Como un nuevo camino para otros países en desarrollo que buscan modernizarse y preservar su soberanía.
- La nueva era se refiere a la importancia del xiísmo para el desarrollo chino, el socialismo internacional y la sociedad humana.
- El MSC debe ser inclusivo
De 2013 a 2024, este posicionamiento discursivo e institucionalizador ha promovido una agenda con resultados «palpables» desde la perspectiva china. Donde Xi (Xinhuanet, 2017) habla de una «diplomacia con peculiaridades chinas con una agenda integral, multinivel y multifacética y creando un entorno externo favorable» y que ayuda a la construcción de la CDC, que ha dado origen a instituciones como: la BRI en 2013, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII) en 2014, el Fondo de la Ruta de la Seda en 2014, Foro BRI para la Cooperación Internacional en 2017, 2019 y 2023; además de ser sede de reuniones y foros internacionales como APEC, BRICs y G20. En 2023, la Oficina de Información del Consejo de Estado de la República Popular China publicó un documento titulado «Una comunidad global de futuro compartido: propuestas y acciones de China», que identifica los siguientes aspectos (2023):
- Señala que la CDC ha sido construido durante 10 años por iniciativa del presidente Xi.
- Mayor interdependencia, la importancia de valorar la paz, ampliar la cooperación y buscar el desarrollo común. Identifica cuatro tipos de déficits: paz, desarrollo, seguridad y gobernanza. Enfatiza la necesidad de nuevas ideas antihegemónicas en las que China no pretenda establecerse como una potencia hegemónica.
- Dos llamamientos a la comunidad internacional: una nueva Guerra Fría o un MFSS. Destacar la importancia de los países emergentes y en desarrollo en el sistema internacional. Construir un futuro entrelazado basado en la cooperación mutuamente beneficiosa, donde China sea un «gran país responsable». Valores: apertura e inclusión, equidad y justicia, diversidad de civilizaciones y aprendizaje mutuo, y unidad y cooperación.
- El papel de China: «Heredar lo mejor de la cultura tradicional china», repasa conceptos como la armonía, la benevolencia, el bien común, entre otros. «Mostrar la visión global del PCCh»: rescata los elementos del xiismo que permiten el rejuvenecimiento de la nación china. «Promoción de las excelentes tradiciones diplomáticas de la Nueva China»: enfatiza el trabajo de China para promover propuestas innovadoras frente a las necesidades actuales.
- Incluye visiones de otras civilizaciones.
- El camino a seguir:
o Promover un nuevo tipo de globalización económica, que es de dos maneras. Aquí se critican tendencias como el derisking promovido por la Unión Europea y el desacoplamiento de Estados Unidos.
o Búsqueda de la paz, la amistad y la armonía.
o Nuevas relaciones internacionales basadas en los cinco principios de la convivencia pacífica.
o Nuevo multilateralismo basado en los insumos chinos que promueva una reforma de la gobernanza global basada en beneficios compartidos.
América Latina y la CDC
El 17 de julio de 2024, durante la reunión de líderes de China y los países de América Latina y el Caribe, el presidente Xi pronunció un discurso titulado «Construyendo una comunidad de destino compartido para el progreso común», basado en «trabajar juntos para construir una relación de cinco dimensiones» (Xinhua, 2014):
- «Promover la integración regional, fortalecer la unidad y desempeñar un papel más importante en los asuntos regionales y mundiales».
- Profundizar la cooperación mutuamente beneficiosa y el trabajo para el desarrollo común, basado en el marco de cooperación «1 + 3 + 6»:
- 1, el Plan de Cooperación Chino-Latinoamericano y del Caribe (2015-2019).
- 3, «tres motores»: comercio, inversión y cooperación financiera.
- 6, «seis áreas»: energía y recursos, construcción de infraestructura, agricultura, manufactura, innovación científica y tecnológica y tecnologías de la información.
- «La relación entre Estados se sustenta en la amistad entre los pueblos».
- Salvaguardar los derechos e intereses comunes.
- Fortalecimiento del Foro China-CELAC.
En 2016, el presidente Xi hizo un nuevo llamado a una «mejor construcción» de la CDC. En este discurso señaló que:
Fortaleceremos la comunicación estratégica y el diálogo sobre temas globales y nos esforzaremos por lograr una mayor representación y voz de los mercados emergentes y los países en desarrollo. Tenemos que asegurarnos de que nuestros pueblos sean los que promuevan, conduzcan y se beneficien de nuestra cooperación (Xinhua, 2016).
Además de esto, la relación entre China y la región ha evolucionado a lo largo de los años. Más allá de los actores estatales, existen una serie de grupos de interés que hoy tienen un rol clave en la intensificación de la relación y la transversalidad. En este sentido, la relación inserta diferentes grupos de interés (León de la Rosa, 2022):
- Poder Ejecutivo y Ministerios
- Actores empresariales
- Asociaciones civiles: diáspora, redes y academia
- Actores políticos no derivados del ejecutivo: poder legislativo, gobiernos locales y partidos políticos.
Por lo tanto, la forma en que China se vincula hoy con la región le permite fortalecer no solo los temas políticos, sino también los económicos, culturales, sociales, ecológicos, tecnológicos, etc. Esta situación ha fortalecido la propuesta de la CDC, ha diversificado la cooperación y ha aumentado el alcance multinivel. Esto muestra cómo la dimensión número 3 ha sido un mecanismo importante durante estos 10 años.
Uno de los aspectos que permitió esta diversificación y fortalecimiento de la relación bilateral fue la pandemia. En enero de 2020, este país producía 20 millones de mascarillas médicas. En este sentido, China se convirtió en el proveedor de mascarillas, respiradores y botiquines médicos. Del mismo modo, se orientó hacia el envío de misiones médicas a 43 países, principalmente de América Latina, Sudeste Asiático, África y Medio Oriente, regiones vinculadas al sur global (Rudolf, 2021). Durante la pandemia, la acción china en el exterior dio lugar a dos diplomacias: en una primera fase, la de la mascarilla y, en una segunda fase, la de la vacuna. Estos ejercicios de diplomacia no eran exclusivos de los Estados, sino que se insertaban en las empresas, el ejército, las asociaciones extranjeras, por mencionar algunos. En el caso de América Latina, el Foro CELAC-China fue un canal para que estas diplomacias se materializaran en la región.
Sobre los «tres motores», a pesar de las complicaciones comerciales que trajo la pandemia, en este ámbito la tendencia sigue al alza. Según el WEF (2021), el comercio entre China y LATAM alcanzó los 315.000 millones de dólares y se estima que en 2035 será de 700 mil millones de dólares. En cuanto a la IED, en 2023 la IED china se situó en 8.748 millones de dólares. La inversión está ligada a las «seis zonas», ya que actualmente se mantiene el suministro de materias primas. Aquí, el potencial de vinculación se incrementa frente a los nuevos productos estratégicos de exportación chinos, que son los vehículos eléctricos y las baterías de litio, donde el triángulo del litio, ubicado en LATAM, es geográficamente estratégico. Sin embargo, también hay una mayor presencia en los proyectos tecnológicos. Según ASPI (2024), en la región se identifican 232 proyectos, orientados principalmente a 5G, inteligencia artificial y biotecnología. De estos proyectos, Huawei lidera 87. Además, el importante rol que tiene China en la habilitación tecnológica de América Latina, otro punto clave es la inversión en infraestructura dura, como es el caso del megaproyecto del puerto de Chancay con una inversión de USD 3000 millones, en el que la empresa Cosco Shipping juega un papel importante. Además de esto, es importante mencionar los 15 proyectos de la empresa paraestatal china Power China.
En cuanto a la salvaguarda de intereses, esta ha evolucionado y hoy es un aspecto clave ante la tensión entre China y Estados Unidos, donde el desacoplamiento ha provocado que China tienda a adaptarse a estos desafíos. Un reflejo de esto es el concepto de «modelo de desarrollo de alta calidad», que fue el foco de la Tercera Sesión Plenaria del Comité Central del XX Partido en julio de 2024. Este modelo tiene como objetivo «aumentar la innovación, cultivar y expandir las industrias emergentes, planificar y construir las industrias futuras con anticipación y mejorar el sistema industrial moderno», para lograr un modelo de autosuficiencia alineado con el desarrollo sostenible. Bajo este modelo, se espera potenciar tecnologías transversales, donde la inteligencia artificial, la tecnología cuántica y la biotecnología son áreas prioritarias. Por lo tanto, América Latina es una región estratégica para ello.
Conclusión
A diferencia de otras regiones, América Latina tiene sus propias dinámicas con respecto a la CDC. Esto se debe principalmente a la lejanía geográfica y a la influencia estadounidense. Un ejemplo de ello son los 21 miembros latinoamericanos de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, donde el caso argentino refleja la influencia política de Estados Unidos. También es importante señalar que para fortalecer esto, se espera que pronto se formalice el ingreso de Brasil. Por otro lado, otro actor que debería ser miembro es México. Sin embargo, durante esta década, la CELAC ha sido un canal importante para la institucionalización de la región.
A lo largo de 10 años, la agenda ha permitido una mayor presencia china en la región. Sin embargo, otro aspecto que se diferencia de otras regiones del Sur global es que hoy en día las relaciones bilaterales entre los Estados y China siguen siendo el canal más efectivo. Por lo tanto, América Latina sigue demostrando que, debido a diferentes factores, este tipo de diálogo China-bloque no necesariamente tiene el mismo alcance que casos como: FOCAC-China y Foro de Boao. Sin embargo, algo que se puede considerar un éxito es la inserción de grupos de interés que fortalezcan la relación a través de la diplomacia pueblo-a-pueblo, como elemento clave en la construcción de la comunidad con América Latina.