En el mar de tensión que durante este año ha sido el triángulo Beijing-Washington-Taipéi, en donde las afrentas discursivas han ido en escalada, y en medio de una gira diplomática controversial por parte de la presidenta Tsai, llegó con un timing quirúrgico la ruptura entre Taiwán y Honduras. De acuerdo con el vicecanciller Antonio García, Honduras había pedido a Taiwán que “compraran una deuda con un banco internacional”, llevando de 50 a 100 millones de dólares el monto de dinero que la isla daba anualmente al país centroamericano. Ante la negativa de Taipéi, la historia fue otra.
Comprendiendo el contexto hondureño
Como se señaló en el “Taiwán Hebdo 12-2023”, la justificación dada por parte de Xiomara Castro, presidenta de Honduras, fue la necesidad de “expandir compromisos” en un momento de crisis económica. Por lo que una vez más la precariedad del sur global es un área de oportunidad en la ya añeja diplomacia del cheque desde Beijing.
El siglo XXI conlleva una evolución vertiginosa de la política hondureña, en una dicotomía de orientación ideológica respecto a los partidos políticos que han gobernado durante los últimos años. En estos virajes es importante señalar que la dupla Zelaya-Castro representan a la izquierda anti-sistémica, ya que hay que recordar que cuando Zelaya gobernó Honduras hubo un alejamiento de Estados Unidos y promovió una relación cercana con Venezuela en tiempos del ALBA.
Más allá de estos giros políticos e ideológicos, una realidad es que Honduras es uno de los países centroamericanos que más ha sufrido los retos sociales de este siglo, la corrupción y el crimen transnacional y sus consecuencias como: la migración forzada, la trata de personas, las pandillas y el narcotráfico, son males que no se apaciguan fácilmente.
Comercio, inversión y cooperación, ¿la ventana que quedó abierta a China?
Respecto a estos tres rubros, la relación entre Tegucigalpa y Beijing no ha sido tan provechosa como en el caso de otros países de Centroamérica, tal es el caso de Nicaragua, en donde la vinculación ha sido más dinámica incluso previa al establecimiento de relaciones diplomáticas en 2021, debido a los intereses geoeconómicos de China con este país.
En el caso de Honduras a nivel comercial, se muestran los siguientes datos respecto a la República Popular China (RPCh) y Taiwán. A nivel comercial, Honduras está determinado por el centro gravitatorio que es Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos, siendo este último su principal socio comercial, seguido del resto de sus vecinos. No obstante, respecto a Asia Pacífico, China se ha posicionado como su principal socio comercial. En el caso de la RPCh, este país ha logrado establecer una relación superavitaria frente a Honduras; en donde, China le vende bienes de alta tecnología y acero. Mientras que este país le ofrece textiles. Respecto a Taiwán, la relación evolucionó hasta ser superavitaria para Honduras en 2020. La oferta exportable hondureña está determinada por la comercialización de crustáceos y, a la importación, este país compra plásticos, maquinaria y algunos textiles.
Balanza comercial Honduras con RPCh y Taiwán 2010-2020
Elaboración propia basada en OEC, 2023.
Sobre colocación de capital, la única inversión china significativa que ha recibido Honduras fue en el año 2013. Cuando la empresa Power Construction Corp. (中国电力建设集团有限公司) invirtió 350 millones de dólares para el sector energético. Este monto es insignificante respecto a otras inversiones en la región, por ejemplo, el caso de Panamá, país que desde 2015 ha recibido 2.5 mil millones de dólares repartidos en 8 proyectos. Respecto a tecnología, en 2010 Honduras se benefició de un proyecto liderado por Millicom International Cellular, en donde Huawei instaló infraestructura en telecomunicaciones.
En el caso taiwanés, la dinámica de inversión estuvo motivada por constantes misiones comerciales de empresarios de la isla para instalarse en sectores como el agropecuario y la industria textil. No obstante, esto no detuvo el avance comercial de la RPCh en el territorio hondureño.
En términos de cooperación y ayuda, Taiwán se había hecho visible a través del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), siendo un socio con una importante participación accionaria del 11.4%. Promoviendo programas de combate a la pobreza y convirtiéndose en un actor importante en el suministro de vacunas contra el COVID19 vía BCIE. Al mismo tiempo, la cooperación se centraba en temas militares, educativos y de ayuda técnica. De igual manera, durante 2020 Taiwán se solidarizó con Honduras respecto a la donación de mascarillas, logrando enviar en ese año 280 mil (Ministerio de Salud, 2020).
Es importante destacar que, pese a que la RPCh tuvo un claro posicionamiento vía la diplomacia de la mascarilla y la vacuna en todo el mundo. En el caso de Centroamérica, el país más beneficiado de la región fue Nicaragua, pues fue el único país que recibió dosis chinas (Bridge, 2023).
Hacia el desenlace
A lo largo de este breve artículo, se muestra el inminente poder comercial de la RPCh en todo el mundo, incluyendo Honduras. Al mismo tiempo, si bien en términos de inversión y cooperación, Beijing no ha sido un actor protagonista respecto a este país, al parecer la capacidad de Taiwán en estos rubros no es suficiente para la precariedad de la región, siendo en este momento la hondureña la más apremiante para un cambio drástico como el acontecido hace unos días.
A nivel discursivo, cada uno de estos actores ha capitalizado políticamente este cambio en el reconocimiento diplomático. Respecto a la zona, es importante señalar que desde 2017 se ha iniciado una “desbandada” de países que ahora tienen relaciones con Beijing, que son Panamá (2017), República Dominicana (2018), El Salvador (2018), Nicaragua (2021), y ahora Honduras; dejando solo Guatemala y Belice para Taipéi.