LIMA, 19 nov (Xinhua) -- La V Cumbre Empresarial China-América Latina, progrmaada para el 21 y 22 de noviembre en la capital peruana, generó grandes expectativas en el hemisferio americano al constituirse en una plataforma única para el intercambio directo, señaló hoy un alto funcionario de comercio del Perú.
El presidente de la Cámara de Comercio Peruano China (Capechi), Eduardo McBride, en entrevista con la Agencia de Noticias Xinhua, señaló que «El cónclave constituye la creación de una plataforma única para el directo intercambio entre empresarios chinos y sus contrapartes latinoamericanos».
«De esta manera, se buscará profundizar el conocimiento de los empresarios chinos sobre las oportunidades de comercio e inversión en la región», subrayó.
McBride calculó que alrededor de 400 altos funcionarios y empresarios chinos, 200 peruanos y otros 200 de la región participarán en la cita, además que más de 400 periodistas de América, Europa y Asia quienes cubrirán las incidencias del evento.
China actualmente es la segunda economía del planeta, el mayor exportador de bienes y sus inversiones.
Más allá de sus fronteras, China tiene invertidos más de 50.000 millones de dólares, destacó McBride al ser consultado por Xinhua y agregó que «el peso de China en la economía mundial es virtualmente indiscutible».
Anotó que América Latina, entre los últimos 10 a15 años, ha comenzado a emerger y mantiene un crecimiento sostenido en su Producto Bruto Interno (PBI).
Sin embargo, este crecimiento podría decaer si sus mercados tradicionales (América del Norte y Europa Occidental), ante la agudización de la crisis económica, decidan limitar sus compras o imponer barreras proteccionistas a las importaciones, reducen sus inversiones en la región. También existe el peligro de una reducción en los precios internacionales de los principales recursos que exporta América Latina (como metales, hidrocarburos y alimentos).
Frente a esa perspectiva, el titular de Capechi dijo que el cónclave empresarial ofrece alternativas a América Latina para solucionar o aliviar los problemas sociales y económicos que les incomoda desde prácticamente el nacimiento de la etapa republicana, mediante el diseño de una estrategia de asociación con China.
De acuerdo a las estadísticas de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), el país asiático actualmente es el tercer socio comercial de América Latina, después de Estados Unidos y Europa Occidental, aunque en algunos países de la región ha pasado a ser el primero.
En 2009, a pesar de la crisis financiera internacional que emergió en la segunda mitad del año precedente, el volumen del comercio sumó 121.500 millones de dólares, una cifra 12 veces mayor que la del año 2002.
Los líderes exportadores latinoamericanos a China en ese período fueron Brasil, Chile, Argentina, Perú, Costa Rica y Cuba, que en conjunto sumaron el 90 por ciento de los productos latinos en el mercado chino.
Paralelamente, las inversiones chinas en la región se han incrementado a pasos gigantescos.
De acuerdo con la Cepal, entre 1990 y el año 2009 las inversiones fueron de 7.336 millones de dólares; en 2010, de 15.251 millones de dólares y se anuncian otras por 22.740 millones de dólares para 2011.
Los países que recibieron mayor capital chino fueron (para el período 1990-2000) Perú con 2.262 millones de dólares; Brasil con 255 millones; y, Argentina con 143 millones.
En 2010, Brasil concentró la mayor inversión china con 9.563 millones de dólares, seguido por Argentina con 5.550 millones de dólares; y para 2011están anunciadas inversiones para Brasil por 9.870 millones de dólares; para Perú por 8.640 millones y para Argentina por 3.530 millones de dólares.
En el total de la Inversión Extranjera Directa (IDE) recibida por América Latina, que suma 112.634 millones de dólares, China tiene una participación del 9 por ciento y ocupa el tercer lugar después de Estados Unidos (17 por ciento) y los Países Bajos (9 por ciento).
En términos generales, la inversión de capitales chinos, sea a través de empresas domésticas o en alianza con otras empresas foráneas, se han concentrado en hidrocarburos (petróleo), minería (cobre, hierro) e infraestructura (telecomunicaciones, puertos y líneas ferroviarias), pero está la posibilidad que también se expandan a la agricultura y a la manufactura.
«El número y el monto de las nuevas inversiones (chinas en América Latina) se darán a conocer en la V Cumbre Empresarial», acotó McBride, al agregar que en la delegación de empresarios chinos hay representantes de los sectores de energía, minería, hidrocarburos, infraestructura, turismo, pesca, agricultura y banca, entre otros.
«América Latina y China, en esta V Cumbre, sostendrán encuentros de trabajo y contactos sobre proyectos de interés común», añadió.
Además, McBride destacó que «las inversiones chinas en el Perú se calculan en 10.000 millones de dólares para el quinquenio 2012-2016 y China tiene proyectado que el 60 por ciento de sus inversiones estén depositadas en América Latina para el 2020».
La estrategia china tiende, anotó, en no disminuir su ritmo de crecimiento anual del PBI de los últimos 30 años, a un promedio no menor del 9 por ciento, para satisfacer su cada vez mayor consumo interno.
En contraparte, América Latina, rica en materias primas, requiere del capital foráneo pues su ahorro interno es bajo y necesita resolver graves desigualdades sociales, además de promover ejecución de obras de infraestructura (vial, ferroviaria, aeroportuaria y portuaria, telecomunicaciones) y dar mayor valor agregado a sus productos.
En ese contexto general, la V Cumbre Empresarial, donde la primera (2007) y la tercera (2009) tuvieron lugar en América Latina, y la segunda (2008) y la cuarta (2009) en ciudades chinas, abre un abanico de posibilidades para un mayor entendimiento y un mutuo conocimiento entre China y la región, para llevar adelante acuerdos que contribuyan al beneficio recíproco.
La cita empresarial cuenta con los auspicios del Consejo para la Promoción del Comercio Internacional de China (CCPIT, por sus siglas en inglés) y del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú.